Gastón Bustelo - gbustelo@losandes.com.ar
No es secreto que el año comenzará para la administración Cornejo cuando los gremios comiencen a negociar en paritarias un porcentaje de aumento de sueldo y otros puntos que exceden lo salarial, apuntando a eficientizar la tarea de los agentes estatales.
Claramente la prioridad de Cornejo es ordenar las finanzas de la provincia, y eso hace que no se conozcan demasiadas definiciones sobre otras áreas del Estado, más allá de las anunciadas por él, similares a las de otros gobiernos en salud y educación: como la atención sanitaria descentralizada y la mejora de la calidad educativa.
Habrá que ver cómo procesan los sindicatos un porcentaje de aumento salarial por debajo de la inflación y que además les pidan que sus representados trabajen, en algunos casos, y que lo hagan bien, en otros.
También en otras áreas Cornejo deberá definir mejoras en las prestaciones de servicio, inversiones y mayor transparencia en la gestión. Van algunos ejemplos.
En la Empresa Provincial de Transporte, hay choferes de trole que pueden romper los vehículos, no porque los chocaron a ellos, sino porque no los manejaron bien, y nadie les puede hacer nada. Se sabe que la mayoría de los choques en los troles se producen cuando los guardan en la playa de la Empresa al terminar la jornada laboral. Después, habrá que esperar que llegue el dinero para reparar el trole. Mientras tanto, el servicio se resiente porque coches no sobran.
Algunos entienden que si se piensa en el largo plazo no es descabellado que la empresa sea una Sociedad Anónima, que fuera gestionada por privados y la infraestructura sea del Estado. De esa forma se da y se quita la licitación si el servicio no es bueno. Con los micros sucede lo mismo, la infraestructura que usan los micros para desplazarse son las calles que son del Estado. Y, otro desafío no menor, sería la implementación de un Ente Regulador que trabaje seriamente.
Otro caso es el de Aysam. En los '90 fue concesionada a capitales privados y luego intervenida y estatizada porque no se cumplieron las inversiones. Según los empresarios que estaban a cargo de la entonces Obras Sanitarias Mendoza, la tarifa era baja y el servicio no mejoró. Bueno, veamos. En 11 años de gestión privada, desde el 12 de junio de 1998 hasta el 2 de agosto de 2009, la suba de tarifa acumuló 21%. Bien, en 5 años de administración estatal, desde el 3 de agosto de 2009 al 7 de mayo de 2014, Aysam le envió a sus clientes facturas que acumularon un incremento del 240%. ¿Se hicieron muchas más inversiones? ¿El servicio mejoró?
Recordemos que la ley 8.270 definió un plan de inversión estratégico que se debía implementar entre 2011 y 2015 por un monto total de 160 millones de dólares en esos 4 años. Obviamente el dinero nunca llegó. ¿Cuál fue la inversión real en 2015? 90 millones de pesos. Por ahora la idea es tratar de que el Estado pueda controlar la empresa eficientemente. Richard Battagion, ex legislador del PD, ha sido el elegido por Cornejo para liderar Aysam y también deberá demostrar que es idóneo para esa tarea.
En el Casino sucede algo parecido. Todos están expectantes por cómo se desempeñará su flamante titular, Josefina Canale, una militante del PD que por primera vez tendrá un puesto en el IPJyC, si bien Cornejo, como ha hecho en otras reparticiones, ha colocado su gente para "asistir" a la mujer demócrata. Canale deberá detectar los lobos que hay en ese gallinero y tener claro quién trabaja para el Estado y quién, estando ahí y ocupando puestos importantes, opera para los empresarios del juego que son los sospechosos de siempre. Sabemos que el juego en nuestra provincia ha crecido exponencialmente los últimos años en favor de grupos, nacionales y provinciales, que operan otros negocios en la provincia.
Una idea que quieren implementar es la del Unicipio, institución que definiría políticas comunes para los departamentos del Gran Mendoza y así evitar que en un municipio determinadas acciones sean contrarias a las que implementa su vecino. La idea no es nueva. En los '90, el ex intendente de la Municipalidad de la Ciudad de Mendoza, Roberto Iglesias, creó un instituto parecido llamado DEM, cuyas oficinas estaban en la estación de tren de calle Las Heras. Se juntaron para la foto y después no hicieron más nada. Ahora la ventaja es que la mayoría de las comunas del Gran Mendoza están controladas por intendentes que fueron electos porque iban en la boleta de la alianza electoral armada por Cornejo.
Nos espera un verano caliente por las tensiones que se producirán en las negociaciones paritarias. También influirá la suba de precios por la devaluación y los aumentos que empiezan a sentirse más allá de los alimentos. Será el momento en el que tanto la administración Macri como la del mendocino Cornejo deberán demostrar que podrán controlar los reclamos y que la gente, a pesar de que sienta que su salario pierde poder adquisitivo, siga avalando sus gobiernos.