Esta tarde comienza este mini torneo de ocho equipos que le ofrece al campeón el fastuoso premio de un ascenso directo a la B Nacional.
Así de tentador como suena, es sin dudas un detonador de sueños. Saben que están sólo a catorce fechas de la segunda división nacional, oportunidad única e irrepetible que se da por esta etapa de transición y reforma que vive el fútbol argentino.
Maipú y Gimnasia se frotan las manos y se tiran de cabeza al ascenso, su historia no les permite menos que eso.
Ambos armaron planteles ambiciosos, gozan de presupuestos rimbombantes y el fixture los puso cara a cara en la fecha uno, como para que rápidamente se den cuenta dónde están parados: dos pesos pesados frente a frente.
Esta tarde, a las 15.30, hay promesa de gran espectáculo en calle Vergara y solamente podrán disfrutarlo los simpatizantes locales por una de esas extrañas determinaciones de la Policía de Mendoza.
El Cruzado se armó con catorce caras nuevas y de los que saltarán hoy al campo de juego, sólo Sebastián Coria y Víctor Benítez estuvieron en el plantel anterior.
Gimnasia es la contracara: nueve de los once titulares que pondrá hoy Toti Arias en cancha vienen de salir campeón en el último Argentino B (sólo Marcelo Carrizo y Martín Prost debutarán con la camiseta blanquinegra).
Se jugaron cuatro Maipú-Gimnasia en esta categoría: tres victorias del Cruzado y un empate. ¿Podrá el Cruzado ratificar esta tarde su paternidad?