Parecía que Egipto tendría que esperar a la última fecha de la eliminatoria africana para visar su boleto hacia la Copa del Mundo. Sin embargo, Mahmoud Hassan fue derribado dentro del área al segundo minuto de los descuentos. Mohamed Salah convirtió de zurda y aseguró la presencia de los egipcios el próximo año en Rusia.
El final dramático desató la celebración de los 30.000 espectadores reunidos en un estadio militar en el puerto mediterráneo de Alejandría. La sede fue un recordatorio de la turbulencia política por la que ha atravesado Egipto en los últimos seis años.
La situación afectó también a la selección, que no logró clasificarse a tres ediciones seguidas de la Copa Africana, de 2012 a 2015. Volvió al certamen el año pasado.
El entrenador argentino Héctor Cúper guio a Egipto a la final del torneo continental en febrero, pero los egipcios cayeron ante Camerún.
La clasificación al Mundial representa el mayor logro de Cúper. Egipto, gigante continental y miembro fundador de la Confederación Africana de Fútbol, había participado sólo en los dos Mundiales albergados por Italia, en 1934 y 90.
El festejo se extendió a las distintas ciudades de un país acostumbrado a las decepciones en las eliminatorias mundialistas.
Fue común ver vehículos cuyos ocupantes hacían sonar las bocinas y agitaban las banderas de Egipto, rojas blancas y negras. En el Cairo, un helicóptero militar lanzó desde el aire cientos de banderas del país hacia miles de fanáticos reunidos en la emblemática plaza de Tahrir.
La selección egipcia es la segunda de África que consigue su pasaje a Rusia, un día después de que lo obtuvo Nigeria. Los otros tres invitados africanos quedarán definidos en la última fecha, el mes próximo.
Egipto aseguró el primer puesto del Grupo E de la eliminatoria, a una fecha del final. Siete veces monarca africana, la selección egipcia es la más exitosa del continente en esos torneos.
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