El gobierno de Donald Trump está promoviendo un sistema de asistencia alimenticia que consiste en el envío de una caja de enlatados y otros alimentos duraderos a personas pobres, en reemplazo del tradicional cupón.
El director de la Oficina de Administración y Presupuesto, Mick Mulvaney, la comparó con un servicio de entrega de alimentos a domicilio y dijo que el plan permitiría ahorrar casi 130.000 millones de dólares a lo largo de 10 años.
El gobierno lo promociona como "un nuevo y audaz enfoque de la asistencia nutricional".
Pero la idea, incluida en el plan de presupuesto 2019 de la presidencia, ha provocado una furiosa reacción por parte de demócratas y nutricionistas, según los cuales su propósito principal es castigar a los pobres.
"El objetivo principal es aliviar la inseguridad alimenticia, y si el Programa de Cupones para Alimentos del Departamento de Agricultura (SNAP por sus siglas en inglés) ha funcionado, se debe a que brinda a las familias de bajos ingresos la autonomía y la dignidad para elegir sus propios alimentos", dijo Craig Gundersen, profesor de estrategias agrícolas en la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign. Gundersen dijo que la gente abandonará el programa debido al cambio.
"De repente, les están diciendo, 'no confiamos en que ustedes tomen las decisiones acertadas para sus familias'. Es denigrante y humillante. Favorece el hambre, porque la gente abandonará el programa", dijo Gundersen.
Bajo el plan propuesto, la gente que recibe más de 90 dólares mensuales en beneficios SNAP -el 81% de los beneficiarios, unas 16,4 millones de personas- se vería afectada.