La niña de tres años hallada viva en brazos de su padre, fallecido en el hundimiento de un edificio en el este de China, vivía con su abuelo y acababa de reunirse con su familia, informó un diario chino.
Los socorristas encontraron a Wu Ningxi el lunes por la noche bajo los escombros de cuatro edificios de cinco pisos que se desmoronaron en la ciudad de Wenzhou (provincia de Zheijiang), lo que causó 22 muertos.
Según el diario Zhengzhou Evening News, la niña estaba bajo la tutela de su abuelo materno y convivía con éste en Chongqing, a más de 1.700 kilómetros de Wenzhou. Ambos habían llegado la víspera para visitar a los padres de la menor.
Según el diario, su madre y su abuelo también fueron hallados muertos a su lado.
El padre protegió a la nena con su cuerpo
El periódico no aportaba informaciones sobre los otros abuelos de la niña, pero informó que una asociación humanitaria se ocuparía de atender a la pequeña.
La niña, herida muy levemente, había pasado 14 horas en brazos de su padre, muerto, un obrero de 26 años que interpuso su cuerpo para proteger a la niña y dejarle un espacio de supervivencia, según los socorristas citados por medios chinos. Sólo 6 personas sobrevivieron a la catástrofe.
El inmueble estaba habitado principalmente por trabajadores migrantes, que en China se cuentan por decenas de millones y que suelen trabajar en condiciones precarias en las grandes metrópolis costeras.
Según cifras oficiales, al menos 277 millones de trabajadores procedentes del campo viven en las grandes ciudades del este y del sur de China, donde trabajan en empleos a menudo complicados y mal remunerados, con poca protección social, sin permiso de residencia, lo que impide que sus hijos opten a una plaza escolar.
Estos empleados suelen verse obligados a dejar a sus hijos al cuidado de los abuelos. Según una estimación, al menos 61 millones de niños vivirían en estas condiciones y sólo podrían ver a sus padres una vez al año, durante las vacaciones del Año nuevo chino.
Siguen sin conocerse las causas del hundimiento de los edificios dos días después de la tragedia, aunque cuatro propietarios han sido detenidos, según la agencia de noticias Xinhua.