Woody Allen ha explorado su fascinación por la magia de distintas maneras: el viaje en el tiempo en "Midnight in Paris'', los actores que se salen de la pantalla en "La rosa púrpura del Cairo''.
Y aunque podría pensarse que con el horrendo año que ha tenido en lo personal a nivel publicitario preferiría esfumarse como por arte de magia, el cineasta está haciendo precisamente lo contrario.
No sólo continúa haciendo películas al ambicioso ritmo de una por año que ha mantenido por más de medio siglo; también está promoviendo activamente la más reciente, la alegre comedia de época "Magic in the Moonlight'', al tiempo que filma la próxima en Providence, Rhode Island.
Pero quien haya espedo que iba a hablar más del asunto personal que hizo noticia el año pasado (nuevas acusaciones de que abusó de su hija adoptiva Dylan Farrow cuando ésta tenía 7 años) estará decepcionado. El director de 78 años ha mantenido su palabra de que no diría más, tras haber publicado en febrero una carta en el New York Times en la que negó rotundamente las acusaciones.
La pregunta ahora es si los asuntos personales de Allen afectarán la recepción pública de su nuevo filme, en el que Colin Firth interpreta a un cínico mago y Emma Stone a una joven espiritista cuyos poderes mágicos él busca desacreditar.
"Una cosa no tiene que ver con la otra'', dice Michael Barker, copresidente de Sony Pictures Classics, que estrena la película el viernes.
El experto en taquilla Paul Dergarabedian espera que los cinéfilos estén de acuerdo.
"Creo que los fans separan estas cosas por completo en el caso de Woody Allen'', dijo Dergarabedian, analista de medios sénior para la rastreadora de taquilla Rentrak. "Uno sabe que tiene este bagaje ... pero su arte trasciende todo eso. Sus seguidores parecen seguir haciendo fila para ver sus películas''.
Hasta ahora, las reseñas de la nueva cinta han sido variadas. De cualquier modo, el mismo Allen dice que hace mucho dejó de tratar de descubrir cómo serán recibidas sus películas.
"No tengo ni idea'', dijo en una entrevista telefónica al preguntársele sobre los prospectos para "Moonlight''.
"Siempre estoy decepcionado de cada película cuando la termino'', explicó, "porque hay una gran diferencia entre la fantasía que uno se hace cuando está en casa escribiéndola y piensa, esto va a ser tan maravilloso ... y entonces uno de hecho tiene que ejecutarla, y Emma Stone no puede recorrer una habitación tan rápido como uno lo imaginó, porque ningún humano puede ... Así que siempre estoy decepcionado, y nunca tengo idea de cuáles (películas) resonarán con el público''.
