Al cabo de un año, el programa Wine in Moderation que promueve Bodegas de Argentina para el consumo responsable de vino, ya adhirió a 24 bodegas e impulsa convenios con empresas y asociaciones de distinto tipo. La Asociación Argentina de Sommellieres, escuelas de gastronomía y vinotecas son, para Patricia Ortiz, coordinadora del programa de Consumo Responsable, “parte de alianzas con diferentes actores que le den visibilidad a la idea”.
Entre las empresas están Rayén Curá y los autos de alquiler Hertz, que van a llevar una oblea con el logo de WIM, y hasta un agua mineral. “Estamos negociando con una marca, porque para saborear el vino hay que tomar agua”, anticipó Ortiz. Por su parte, la Cámara de Vinotecas se comprometió a distribuir stickers y folletería entre los consumidores, en tanto que Wines of Argentina hará lo propio en ferias internacionales.
Mientras, avanza la capacitación del personal, una de las consignas iniciales. El control de alcoholemia, según la propietaria de Tapiz, “es prematuro aún, no queremos coartar sino que cada uno se autoregule. De hecho, trabajamos con el personal de seguridad para identificar al conductor designado de cada grupo con una pulsera, y ofrecerle café durante una degustación y algún obsequio”.
Frente a la avanzada “anti alcohol” de algunos distritos para bajar el nivel de accidentes viales, hubo reuniones con funcionarios del Gobierno de Buenos Aires para concientizarlos de que “el vino es una bebida natural y saludable, parte de la dieta. Y que no hay relación directa: el consumo cae y los siniestros aumentan”.