Axel Geller sigue avanzando en el cuadro individual de Wimbledon junior. El jugador de 18 años, que luego de su actuación en el All England viajará a los Estados Unidos y comenzará una carrera universitaria en Stanford, superó al eléctrico japonés Naoki Tajima por 6-3, 3-6 y 6-1, en una hora y 37 minutos, y avanzó a los cuartos de final.
Hasta hace pocas semanas, Geller nunca había competido sobre césped, sin embargo se acostumbró a la superficie y, en su primer torneo, el G1 en Roehampton, se consagró campeón.
Ahora está entusiasmado con seguir destacándose en el tercer Grand Slam de la temporada. Claro que para pasar de rueda, esta vez no sólo tuvo que superar el obstáculo de su adversario oriental. Geller (hasta aquí, 11° del ranking ITF)) debió lidiar con su incómoda ropa interior.
“Venía usando unos propios calzoncillos muy cómodos, que no me molestaban para jugar, pero son de colores oscuros. Entonces, entro en la cancha para el partido contra Tajima y el árbitro me ve y me dijo que me los tenía que cambiar. ‘Pero no son negros’, le respondí. Me pidió que se los mostrara y me los hizo cambiar de todas maneras. Pero ellos mismos me trajeron uno blanco. ¡Menos mal, porque yo no tenía y pensé que iba a tener que jugar sin calzón! Pero eran re incómodos, me los tenía que acomodar todo el tiempo. Me toqué un montón las zonas bajas. ¡Parecía Nadal!”, explicó, sonriente, Geller, que ahora se medirá con el francés Matteo Martineau (número 28°).
Reglas muy estrictas
Las reglas para la indumentaria son muy estrictas en Wimbledon. No fue Geller el único junior advertido por el color de su ropa interior. Le sucedió algo similar al austríaco Jurij Rodionov, al que se le acercó una supervisora antes de su match y le explicó que cuando sacaba se le veía el color oscuro de su ropa interior y que eso no estaba permitido. Rodionov, sorprendido, se bajó un poco el short y le mostró el calzoncillo a la mujer que se había acercado hasta el court 18. Tradiciones que sólo se viven en Wimbledon.
Rejuvenecida, Venus va por su novena final
Con una exhibición de saque y potencia, Williams avanzó ayer a su novena final de Wimbledon, y primera desde 2009, al derrotar por 6-4, 6-2 a la británica Johanna Konta. A sus 37 años, Williams es la finalista de mayor edad en el All England Club desde 1994, cuando Navratilova fue subcampeona a esa misma edad.
También frenó el intento de Konta de convertirse en la primera mujer británica que gana Wimbledon en 40 años.
“No debería pedir algo más, pero pediré un título más. Un triunfo más sería increíble”, dijo Williams. “No va a ser algo que se dé por hecho, pero lo voy a dar todo”, concluyó.