Polémico, provocador y enemigo declarado de la corrección política, el populista de derecha holandés Geert Wilders ya lleva 14 años dominando el escenario en el Parlamento de La Haya.
Con su Partido por la Libertad, Wilders concurre a las elecciones defendiendo posiciones tan radicales como una prohibición del Corán (“un libro fascista”), el cierre de todas las mezquitas, un veto a la entrada de musulmanes, la restauración de los controles fronterizos y la salida de Holanda de la Unión Europea.
El político de extrema derecha, de 53 años, es protegido las 24 horas del día por guardaespaldas después de que recibiera amenazas de muerte de círculos islamistas. Wilders, al igual que su gran modelo político, el presidente de EEUU, Donald Trump, desconfía de los medios establecidos, raras veces da entrevistas y usa Twitter como canal de comunicación preferido.
De elevada estatura, con su característico cabello teñido de rubio peinado hacia atrás, el ex gestor comercial de seguros, casado en segundas nupcias con una judía húngara, entró en el Parlamento holandés en 1998 por el Partido Popular para la Libertad y la Democracia (VVD, de tendencia liberal-conservadora).
Tras su ruptura con este partido, fundó en 2006 el Partido por la Libertad. El PVV logró su mayor éxito electoral ese mismo año, cuando se convirtió con 24 bancas en la tercera fuerza política del país.