WhatsApp, el popular servicio de mensajería de texto y otros servicios de comunicación on line que ha copado los smartphones en todo el mundo, tiene ahora un fuerte competidor. Se llama WeChat y acaba de desembarcar en América Latina, precedido del suceso que tiene en otras partes de mundo.
Diseñada para el mercado internacional, esta aplicación móvil ha sido adoptada en forma rápida a nivel global y recientemente alcanzó un hito importante: los 50 millones de usuarios registrados fuera de China, país donde nació en 2010 y lidera el mercado de este tipo de aplicaciones con 140 millones de usuarios. Ahora se propone multiplicar varias veces esa cantidad con su llegada a América Latina, teniendo en cuenta que es el tercer mercado más grande de telefonía celular del mundo (se espera que alcance los 750 millones de conexiones en 2015).
WeChat ofrece características innovadoras a los usuarios que son conocedores de estos medios. Es gratuita y permite a los usuarios enviar mensajes de texto, intercambiar mensajes de voz, chats de video y compartir contenidos multimedia como imágenes, música y videos. Y, a diferencia de WhatsApp, funciona en todas las plataformas móviles de hoy: iOS (iPhone y iPad), Android, Windows Phone, Symbian y Blackberry.
Una característica especial de WeChat es que añade amigos mediante el escaneo de códigos QR, conectándose a la agenda de contactos y activando servicios de ubicación (geolocalización). Además, puede encontrar dispositivos que estén cerca para iniciar un chat y también posee una plataforma web que permite enviar mensajería a otra computadora.
En abril, se anunció que Whatsapp superaba los 200 millones de usuarios en el mundo, cifra a la que WeChat está al borde de sobrepasar.
En este sentido, vale recordar que WeChat (conocido como Weixin en China) ha experimentado un crecimiento sorprendente desde que salió al mercado mundial en abril de 2012. El pico de aceleración lo llevó a sumar 100 millones de usuarios registrados tan solo en el último trimestre del año pasado. Igualmente, fuera de China aún corre detrás de su competidor, que incluso lidera el mercado en países cercanos como Japón.
