Harvey Weinstein se plantó y llama al reportaje de New York “pura ficción”.
Se refiere a lo dicho por la revista estadounidense en un artículo aparecido el 6 de noviembre que alega que el productor utilizó un “ejército de espías” para evitar que las acusaciones se hagan públicas.
Según el periódico, Harvey presuntamente contrató a antiguos agentes del Mossad, en un intento por evitar que los acusadores presenten demandas por mala conducta sexual en su contra.
Este informe además revela que dos investigadores de la agencia de investigaciones Black Cube –con miembros de la Mossad– se reunieron con la actriz Rose McGowan para obtener información. Ella, recordemos, acusó públicamente más tarde a Weinstein de violación sexual.
The New Yorker también afirma que uno de los investigadores espió secretamente al menos cuatro reuniones con McGowan mientras pretendía ser un defensor de los derechos de las mujeres.
Según los informes, el investigador utilizó una identidad falsa diferente para encontrarse con un periodista de una revista de Nueva York que estaba investigando las acusaciones contra Weinstein.
Siempre de la misma fuente, Weinstein buscó la ayuda de ex empleados de sus empresas cinematográficas para ayudar a recopilar nombres y realizar llamadas.
En contrapartida, y de forma tajante, la portavoz de Weinstein, Sallie Hofmeister, desestimó el informe y dijo: "Es una ficción sugerir que cualquier persona fue atacada o reprimida".
Las últimas acusaciones contra Weinstein se produjeron cuando la Academia de Televisión, responsable de los premios Emmy, anunció que había expulsado a Weinstein de por vida.
El movimiento sigue acciones similares de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas y la Academia Británica de Artes Cinematográficas y de Televisión.
La policía de Londres, Los Ángeles y Nueva York han iniciado investigaciones sobre el presunto comportamiento de Weinstein, quien ha sido acusada de agresión sexual y acoso por más de 90 mujeres.
