Aplaudir de pie. Otra opción no cabe. Y más teniendo en cuenta que dos mendocinos jugaron la final de la Liga de las Américas. Estamos hablando de Weber Bahía Basket y de los jugadores Martín “Tincho” Fernández y Ariel “Lechuguita” Ramos. El equipo de “Sepo” Ginóbili acarició el cielo y la gloria.
Pero, el campeón defensor, Guaras de Lara de Venezuela, mostró toda su jerarquía y con un tercer cuarto demoledor, donde apostó a una defensa fuerte sobre Lucio Redivo, gritó “bicampeón” al cantar victoria por 88-65.
A pesar del resultado, la historia de este equipo será recordada y los méritos son enormes. De la mano de “Pepe” Sánchez, Bahía Blanca, la capital del básquetbol argentino, volvió a respirar básquet. Volvió a sentirlo de una manera única, inigualable.
Weber Bahía realizó un campeonato magistral. El camino a la final comenzó en Puerto Rico, donde tuvo una primera ronda perfecta: victorias sobre Cocodrilos (77-75), Academia (94-67) y el local Leones (96-92), para cerrar con un 3-0 inmaculado y asegurarse el pase al cuadrangular semifinal.
Nuevamente en Ponce, Puerto Rico, esta vez el escenario fue distinto para los de Ginóbili, quienes tuvieron que transpirar hasta la última gota para avanzar a la definición del torneo.
Arrancaron perdiendo ante Leones (95-82), pero luego se recuperaron goleando a San Lorenzo (89-69) y en la última fecha, dieron vuelta un partido memorable ante Hebraica (73-69), luego de ir perdiendo por 21 tantos.
En semifinales, el desafío era gigante: enfrentar al único invicto del certamen, los mexicanos de Fuerza Regia, que además venían arrasando en su competencia doméstica. Sin embargo, dando una nueva muestra (como si hiciera falta) de la personalidad y jerarquía del equipo, Bahía dominó a los norteamericanos de principio a final (74 a 65).
En la gran final, Bahía básquet estuvo en juego durante todo el primer tiempo. Pero, la efectividad desde el perímetro y el juego interno de los venezolanos, hizo que Guaras de Lara gritara ¡bicampeón!