El investigador mendocino Walter Manucha liderará un equipo de expertos que intentará desarrollar un tratamiento que atenúe el desarrollo del Covid-19 a base de vitamina D. Tan simple como eso: algo natural, que ya está en el mercado y que, asegura, no tiene efectos secundarios. La intención es impedir que el cuadro evolucione a estadíos críticos y con esto impedir muertes. Pero, además, podría usarse como tratamiento preventivo para disminuir el riesgo de infección con el nuevo coronavirus Sars-Cov-2.
Su propuesta fue elegida por la Agencia de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (Agencia I+D+i) del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación. Recibirá un subsidio para realizar un ensayo controlado con vitamina D en altas dosis en pacientes infectados.
Doctor en Farmacia y Bioquímica, Manucha estudia desde hace 17 años el uso de la vitamina. Dirige el Laboratorio de Farmacología Experimental Básica y Traslacional en el área de farmacología laboratorio, un espacio interdisciplinario en colaboración con referentes de otros países. Se desempeña en la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Cuyo y en el Laboratorio de Farmacología Experimental Básica y Traslacional del Imbecu, CCT Mendoza, Conicet.
-¿Cuál es la teoría de la investigación?
- Es una teoría simple: la vitamina D es una sustancia natural que se sintetiza en el organismo, que además de tener las funciones conocidas por toda la población, como mantener el sistema osteo articular, desde hace mucho tiempo venimos trabajando con mecanismos que dependen de la vitamina D que tienen que ver con la inmunidad. Esa es la base que hay que tener en cuenta en este contexto de Sars-Cov 2.
-¿Qué es lo que sucede en el organismo?
-El paciente sufre una violenta tormenta inflamatoria. Normalmente el organismo sufre procesos inflamatorios pero están frenados por mecanismos de defensa. En este caso es tan violenta la reacción que el tratamiento tiene que ser acorde a esa tormenta.
Cuando el paciente tiene comorbilidades como edad, obesidad, hipertensión y diabetes, ya tiene un cuadro inflamatorio (producto de las patologías) que se suma a la inflamación que produce el virus. Se hace patente a nivel respiratorio, en los neumocitos, en el pulmón, que es donde se produce el mayor daño, pero también sufren otros órganos como el sistema nervioso y el riñón. En la mayoría de los casos, lo que claudica es el aparato respiratorio.
-¿Cuál sería la acción de la vitamina D?
-La vitamina D se comporta como una hormona; regula muchos genes. Los que nos interesan en este caso son los que modulan la tormenta inflamatoria oxidativa. Además, produce activación del sistema inmunitario. Incluso se puede usar para otras enfermedades. Entonces al paciente se le da una carga importante de vitamina D, muchas dosis de unidades internacionales. Primero una dosis de carga muy alta, a la semana también una dosis alta pero un poco menos y así durante un mes. Incluso tenemos previsto en el protocolo que sigan con el tratamiento en el domicilio.
-¿Tiene efectos secundarios, como ha ocurrido con otros tratamientos?
-Ha sido probado que no tiene efectos secundarios; incluso se han probado dosis más altas y tratamientos más largos y no ha tenido ningún efecto secundario. Lo que vamos a hacer es simplemente entregarle un elemento natural y eso es lo fantástico de este proyecto, que es tan simple pero a la vez muy complejo.
-¿Esto permitiría tener un tratamiento para pacientes infectados pero también uno preventivo?
-Exactamente. Venimos trabajando hace 15 años con vitamina D en pacientes diabéticos e hipertensos: hemos llegado a la conclusión de que evidentemente sirve para defender de daños que pueda sufrir un organismo del entorno. Ahora el daño se llama virus.
Ya ha sido probado esto con dengue, influenza y EPOC. El sistema inmune, tanto el innato como el adquirido, están tocados por la vitamina D. Permite al paciente defenderse mejor y además hay estudios que demuestran que le impide al Sars-Cov-2 ingresar.
-El producto ya existe en el mercado y eso también es un beneficio ¿Cuál sería la indicación?
-Es una hormona liposoluble que viene en gotas y en cápsulas de gelatina blanda. Vamos a usar cápsulas porque el régimen con gotitas es errático. Serán 300.000 unidades internacionales de dosis de carga (para tener una noción, en un tratamiento profiláctico óseo suelen usarse mil unidades diarias), 100.000 a los 7 días, luego 100.000 más y así hasta completar cuatro dosis de 100.000.
-¿Qué significa para usted haber sido elegidos?
-El problema es que esto se conoce hace mucho pero es algo barato y entramos en el terreno de los intereses económicos. Para mí, es poder finalmente lograr canalizar algo que uno a veces hace puertas adentro. Es llevarlo a lo más importante, que es el paciente. A veces las grandes ideas no son las más complejas.
-¿Para quiénes está indicado?
-El objetivo es intentar que el paciente en estadio inicial o intermedio no llegue al respirador. La idea es mejorar el pronóstico de la evolución y lograr que se vaya antes y en mejores condiciones. Los pacientes que estén dispuestos a someterse al estudio firmarán un consentimiento.
Se hace un estudio que se llama doble ciego: a los pacientes se les entrega un envase pero no saben lo que se le está entregando. A algunos se les entrega una cápsula de gelatina blanda con excipiente pero no tiene vitamina D, otro grupo de las mismas características recibirá la cápsula con vitamina. Esto porque, para saber si logra resultados, debe eliminarse el sesgo placebo.
-¿Dónde se hará y cuándo podrían comenzar?
-Necesitamos entre 25 y 30 hospitales, porque necesitamos de 200 a 1.200 pacientes positivos Covid-19. No lo vamos a hacer en Mendoza porque hay pocos casos.
Tengo que coordinar las actividades de más de 30 centros hospitalarios y los jefes de servicio de Clínica Médica y Terapia Intensiva de Buenos Aires y Ciudad Autónoma. Tienen que salir 4.500 cápsulas (fabricadas para el estudio). Comenzaríamos en cuanto nos den los fondos; creemos que quizás la proxima semana, pero no sabemos.
-¿Cuánto tiempo demandará el trabajo?
Pensamos que el pico podría ser fines de mayo o principio de junio para tener la capacidad operativa logística para tratar los pacientes durante un mes. Tendremos el primer resultado a los 30 días y un último resultado a los dos meses.
Método preventivo natural en 15 minutos
Estudios han demostrado los beneficios de la vitamina para el organismo y, en particular, para el sistema inmunológico. Lo mejor es que es de fácil acceso. Exponerse entre 10 y 15 minutos diarios al sol es suficiente, mientras que algunos alimentos también la contienen. Además el mercado ofrece suplementos.
Se sostiene que reduce el riesgo de padecer enfermedades respiratorias, mejora la inmunidad celular, modula la inmunidad adaptativa y la expresión de genes antioxidantes.
"Ya hay gobiernos que están sugiriendo a las poblaciones tomar todos los días un poco de sol. En Reino Unido, la sociedad británica de Nutrición, ya hace un mes que le sugirió a la población que empiece a tomar vitamina D", dijo el doctor Walter Manucha.
"Creemos que la pandemia se ha movido no sólo por los movimientos de la población, como los vuelos, sino además por una cuestión de estacionalidad, de exposición al sol y de niveles plasmáticos que la gente tiene. No es lo mismo en diferentes etnias porque hay genética y predisposición", agregó.
Manucha explicó que al exponerse al sol se estimula la síntesis de la vitamina D. Por eso es bueno que permitan salir en el marco del aislamiento. La exposición debe ser en torso y miembros superiores, en horarios adecuados. Puede usarse una musculosa clara y puede ser a través de una ventana.
Los lácteos, carnes y pescados (sobre todo los de aguas profundas como el atún) contienen este nutriente.
Equipo y Antecedentes
El equipo está conformado, además de Walter Manucha, por los doctores León Ferder y Felipe Inserra de la Universidad Maimónides de CABA y los doctores Carlos Tajer y Javier Mariani del hospital El Cruce de Florencio Varela, Buenos Aires.
Trabajan en la misma línea que otros abordajes en el mundo, que estudian el impacto de la vitamina D sobre el sistema inmune y en particular sobre el Sars-Cov-2. Consideran que tener niveles saludables de vitamina D puede reducir el riesgo de infecciones respiratorias como la gripe y la tuberculosis.
Un estudio realizado en el Reino Unido por investigadores del Queen Elizabeth Hospital Foundation Trust y la Universidad de East Anglia vinculó la deficiencia en vitamina D con las muertes por coronavirus en Europa. En una publicación del diario El País, de España, se señala que aún se trata de resultados preliminares. Se abordó el rol de la vitamina D en la prevención de la mortalidad por enfermedad de coronavirus 2019. Para ello se hizo un cruce entre lo niveles promedio de vitamina D en cada uno de los países europeos, con su tasa de mortalidad relativa por el Covid-19. Así, pudieron apreciar una relación entre mejores niveles de vitamina D en algunas poblaciones y más baja mortalidad por Covid-19.
Por otra parte, hace algunas semanas se difundió un estudio de la Universidad de Turín en el que se apreció que pacientes geriátricos con Covid-19 tenían bajos niveles de vitamina D.
