Una cosecha de buena calidad y en línea con la de los últimos años, un tipo de cambio que permite recuperar mercados externos a pesar de las retenciones y una leve mejora en el mercado interno, parecen configurar un escenario optimista para la vitivinicultura.
Sin embargo, en una industria tan compleja y con tantas variantes, siempre hay nubarrones, aunque no traigan granizo.
"Lo que nos está pesando ahora son unos 300 millones de litros de vino que tenemos en stock y no podemos colocar. La única opción realista es exportar el vino como granel, pero estamos muy lejos de otros competidores, como España", expresó Walter Bressia, presidente de Bodegas de Argentina, la cámara que agrupa al grueso de las bodegas locales.
Ese excedente, equivalente a unos cuatro meses de consumo local, es consecuencia del persistente bajón en el consumo interno y de la dificultad de colocar vinos de esa calidad en el exterior, por una cuestión de costos.
“España también tuvo muy buenas temporadas y salió a colocar sus excedentes. Pero tiene ayuda oficial, aunque se disfrace de otra cosa. Por ejemplo, tenemos la posibilidad de colocar vino a granel en Japón. Nuestro costo es de 20 centavos FOB más otros 10 centavos de flete. Sumando el transporte marítimo estamos en un rango de 40 a 45 centavos de dólar. Los españoles no superan los 25 centavos. Por eso, pedimos que, al menos, nos saquen provisoriamente las retenciones para poder colocarlo a granel”, explicó Bressia.
-¿Tienen apoyo oficial?
-Hay diálogo y notamos alguna preocupación. También tenemos varias promesas. Pero el problema es que hay poca gente que entiende las complejidades del sector. Hace dos o tres años teníamos que importar vino y eso trajo problemas. Hoy, por la caída del consumo local que explica el 80% de nuestra producción, tenemos un excedente de vinos que nos pesa mucho en los balances. Otros países, incluso con menos historia vitivinícola que nosotros, tienen mecanismos de ayuda o de fomento, como más nos guste. Pero aquí, la vitivinicultura no es una política de Estado.
-Le cambio de tema, ¿cómo viene la cosecha?
-Bien. Todavía no hay un pronóstico oficial, pero todo indica que será una cosecha casi "normal", entre los 22 y 23 millones de quintales por algunos problemas climáticos, como la del año pasado. Habitualmente estamos en los 25-26 millones de quintales, pero ahora con la caída del consumo interno no se va a sentir tanto la caída.
-La última, ¿cómo vienen las exportaciones?
-Mejorando. En mosto y granel tenemos un aumento importante y rápido, ya que son commodities. En envasados, el aumento es del 5%, parece poco, pero son mercados que hay que volver a ganar de a poco.
