Los activos argentinos que se negocian en los mercados de Nueva York afrontaron este lunes otra dramática sesión, con caídas de hasta 13,6%, ante los crecientes temores sobre otro eventual default.
Los inversores de Wall Street volvieron a abandonar masivamente sus posiciones en bonos y acciones de empresas argentinas, tras los malos augurios que formalizaron el viernes pasado dos agencias calificadoras de riesgo.
La nueva crisis de confianza se materializó también en un nuevo salto del Riesgo País, que avanzó 13,1% y volvió a posicionarse en 1.875 puntos básicos, muy cerca de los máximos que anotó en 2008 durante la debacle financiera internacional.
Desde temprano cayeron los bonos y los papeles de las acciones argentinas que se negocian en las plazas de Nueva York, conocidos técnicamente como ADR (por sus siglas en inglés).
Los ADR del Grupo Galicia perdieron 13,6%; los de Banco Macro, 13,5%; los de Banco Francés, 12,7%; los de Banco Supervielle, 12,5%; y los de Edenor, 10,8%, entre otros.
En tanto, en el plano de la renta fija, los bonos argentinos acumularon caídas de hasta 8,43%, como fue el caso del Bonar 2024 en dólares.
El masivo derrape que afrontaron hoy en Wall Street fue la primera reacción de los inversores frente a la baja de la calificación crediticia de la Argentina por parte de las agencias Fitch Rating y Standard & Poor's.
Y todo hace suponer que la tendencia se trasladará mañana a la plaza local, que hoy no operó por la conmemoración del de la muerte del General San Martín.
El fortalecido temor sobre el futuro de la Argentina se materializó además en el precio de los seguros de riesgo de default (CDS, según sus siglas en inglés).
El costo para asegurar la deuda argentina a cinco años subió más de 500 puntos básicos desde el cierre del viernes. Además, según informaron los operadores, se elevó el monto exigido para acceder al resguardo: pasaron a ser 5,2 millones de dólares por adelantado para asegurar 10 millones de dólares de deuda.
Y según los cálculos de IHS Markit, los nuevos niveles de los CDS suponen una 77% de un incumplimiento de deuda soberana dentro de los próximos cinco años.