En el norte, los "encantos" del Viernes Santo son muy diferentes de los que podemos suponer en esta porción del mundo. Como la nieve en Navidad, es de esas cosas que jamás vamos a poder ver: allá, entre marzo y abril, la naturaleza también resucita, porque es primavera.
Éste es el "encanto" que propone el programa de esta noche de la Orquesta Sinfónica de la Universidad Nacional de Cuyo, que en su segunda parte se sumerge en el espeso mundo de un Richard Wagner (1813-1883) en versión instrumental.
Pero antes, desde las 21.30, habrá pasado por la Nave Universitaria la violinista japonesa Ai Nihira, con la virtuosa "Fantasía Escocesa" de Max Bruch. Bajo la batuta eficaz de Rodolfo Saglimbeni, siempre.
La apuesta wagneriana es fuerte, porque el director encara fragmentos orquestales de dos óperas monumentales, y en una provincia donde montar alguna de ellas es un sueño muy lejano. Para acercarnos a la música y a la biografía del genio nacido en Leipzig es que ofrecerá (como ya lo hizo en otras fechas) una charla pre-concierto, a las 20.45.
En el fragmento "El encanto del Viernes Santo", todo está apuntado a descifrar las emociones de un hombre (el caballero medieval Parsifal) que encuentra en la primavera el reflejo perfecto de la belleza de su creador, el reflejo de su propia fe.
De hecho, dice la historia (que escribió en su autobiografía el propio compositor) que fue también durante un Viernes Santo contemplativo, pero el de 1857, cuando asomó en su mente por primera vez la idea de escribir esta ópera, que llamaría posteriormente "festival sacro" y que vería la luz recién treinta años después, a un año de su muerte.
Y otros treinta años más siguieron hasta que la pudieran conocer otros públicos. Es que el Festival de Bayreuth en Baviera (que es la Meca de este "santo" de la cultura alemana) tuvo el monopolio de las representaciones todo ese tiempo, salvo una excepción en el Met de Nueva York.
Si esta obra puede ser considerada la "más mística" del repertorio, "Los maestros cantores de Nüremberg" (que hoy se escuchará en forma de suite) podría ganarse fácilmente, con sus casi cinco horas de música, el título a la más larga (al menos de las del canon).
Pero a usted, que es argentino, quizás le interese otra curiosidad: el "Parsifal" fue la primera música que escuchó nuestro país (y el mundo) en vivo a través de la radio. El 27 de agosto de 1920, comandados por Enrique Susini, "los locos de la azotea" transmitieron lo que sucedía en el interior del Teatro Coliseo de Buenos Aires. Así comenzó otra historia.
Sobre la invitada
La joven violinista Nihira nació en Tokyo y se radicó siendo niña aún en EEUU. Realizó estudios en Seattle, Los Angeles (Colburn School of Music), Instituto de Música de Cleveland y Escuela de Música de Yale, en la cual obtuvo su maestría y diploma de artista. Actuó como solista y concertino en el Centro Musical de Tanglewood, Festival Musical del Pacífico, Orquesta de Yale y Cleveland.
Es la cuarta vez que toca junto al organismo de la UNCuyo. El año pasado interpretó, del mismo Bruch, el Concierto para Violín N°1 .
La ficha
"Ciclo de solistas internacionales", de la Orquesta Sinfónica de la Universidad Nacional de Cuyo.
"En conmemoración del 70º aniversario del Hotel Balbi"
Dirección de Rodolfo Saglimbeni.
Invitada: Ai Nihira (Japón).
Fecha y hora: Hoy, a las 21.30
Lugar: Nave Universitaria (España y Maza)
Entrada: $100 (platea general) y $80 (platea alta y palcos).