Un nuevo ciclo lectivo comienza y tanto padres como alumnos y maestros deben tener en cuenta que los
piojos y liendres
son uno de los problemas más importantes ante esta nueva etapa. Debido a la gran cantidad de niños que día a día se reúnen en el colegio, la pediculosis es un riesgo latente que puede afectar a los alumnos y, en ocasiones, a los docentes. Por ello, es necesario seguir algunas recomendaciones para contrarrestar la posibilidad de contagio.
Evitar el contacto entre prendas de vestir
Una vez en el aula, es normal que los chicos cuelguen sus abrigos o uniformes deportivos en una percha. Esto puede ser un medio para el contagio de piojos, que pueden pasar de una prenda a otra con facilidad. De la misma forma, evitar el uso de gorros, sombreros y otros elementos que suelen estar en contacto entre sí permitirá disminuir el riesgo de contagio de pediculosis.
No compartir peines
Después de las horas de educación física, suele ocurrir que algunos chicos olviden sus bolsas de higiene y pidan algunas cosas a sus compañeros. Sin embargo, para evitar un potencial contagio, se recomienda no compartir peines ni toallas, ya que un solo chico infectado puede contagiar a varios de sus compañeros.