Ya en la adolescencia Marky Ramone daba signos de lo que vendría después. El juego con el hard rock en bandas de Brooklyn que compartió con amigos como Richie Wise y Kenny Aaronson se transformó con el tiempo en una pasión desmedida por la música. Luego de algunas infructuosas experiencias, en 1976 Marky se acopló al proyecto de Richard Hell, junto a Bob Quine e Ivan Julian, con quienes formó The Voidoids.
Una histórica presentación con The Clash en el Reino Unido lo llevó a conocer a Dee Dee Ramone en 1978. De ahí en más, la primavera ramonera: un primer álbum -”Road to Ruin”-, una canción inolvidable - “I Wanna Be sedado”-, el clásico de culto - “Rock ‘n’ Roll High School”- o la legendaria apuesta con el productor Phil Spector para grabar “End Of The Century”.
Luego de varias giras y dos álbumes más de estudio, Marky dejó la banda en 1983 y retomó cuatro años más tarde hasta su disolución en 1996.
La histórica experiencia junto a sus compañeros Joey (cantante), Johnny (guitarra) y Dee Dee (bajo), el recibimiento del Grammy Lifetime Achievement Award en 2010, la inclusión de los Ramones al Rock and Roll Hall de la Fama, una línea de ropa, recorridas por el mundo con la formación Blitzkrieg, su carrera como Dj, su aparición en televisión hablan del estilo del baterista de la banda más grande de punk de todos los tiempos.
Luego de su visita en 2011, el último integrante vivo de The Ramones regresa a la provincia con su proyecto Marky Ramone’s Blitzkrieg para repasar 35 canciones junto a los seguidores locales en una noche que promete un asalto de punk-rock.
En esta nueva gira por Sudamérica, Argentina y Mendoza son destinos obligados para Marky, que destaca “el calor de los fans y el disfrute que le produce el vino y la gastronomía” que aquí lo esperan. Sobre el escenario lo acompaña el cantante Johnny Fontane, un joven lleno de energía y con impronta propia.
Espíritu rockero y actitud anticonformista en lenguaje musical son algunas de las razones por las cuales Marky se explica el legado ramonero siempre vivo en nuestro país, que enciende tanto a las nuevas generaciones como a quienes no tuvieron la fortuna de ver alguna vez a The Ramones en vivo. Ese despierto revivir es el que atrae al baterista a continuos regresos y al público a festejar el ritual de una época que se niega a ser apagada.
Salsa punk
La cocina es otra de las pasiones que Marky disfruta debajo de los escenarios. La influencia de su abuelo, chef en reconocidos restaurantes de Nueva York, y una economía en sus comienzos acotada, lo llevaron a pensar en un ingrediente secreto para acompañar los spaguettis. Aunque el músico se niega a revelarlo, comparte que la clave está en “freír ajíes, agregar ajo, luego salsa de tomate, sal, azúcar, orégano y albahaca”. ¿El toque mágico? Vaya uno a saber. La salsa puede adquirirse en su webstore, incluida en su página www.markyramone.com
Invitados locales
Dos bandas de la provincia acompañarán a Marky Ramone antes de que la figura del punk suba al escenario del N8 Estudio. Se trata de Cerebro de Mono, la banda inspirada en el punk de los ‘70 que integran Silvio Mafferra, Paulo Puga, Gato Cifuentes y Jorge Gallego, además de In Nuce, que propone rock alternativo de la mano de Juan D’Ascanio, Hugo Orozco, Javier Faure, Blas Gorez y Alejandro Prieto.
Ficha
MARKY RAMONE'S BLITZKRIEG
Día y Hora: Hoy, a las 20.
En: N8 Estudio, Godoy Cruz y Mitre.
Entradas: Anticipadas $200, $220 en la boletería del lugar.
