Vuelve “el avión de la rotonda” a la Costanera

Será durante los primeros días de setiembre. Los trabajos incluyen chapa, pintura y reposición de piezas.

Vuelve “el avión de la rotonda” a la Costanera
Vuelve “el avión de la rotonda” a la Costanera

Según se espera, los primeros días de setiembre la rotonda del avión, en Las Heras, volverá a lucir la aeronave que la identifica. Luego de 12 años sin mantenimiento fue retirada hace un mes y volverá con el aspecto que tenía originalmente cuando aún volaba: pintura camuflada de 4 colores, tanques suplementarios de combustible e iluminación. La pintura imita la original y que según detallaron está asociada al entorno donde se desempeñaba. En tanto, los tanques se colocaban eventualmente cuando se requería más autonomía. Hubo que buscar hasta que finalmente se encontraron los originales.

Las obras que se realizan sobre Costanera fueron la excusa; en particular en la intersección con carril Mathus Hoyos, que es donde se encontraba desde 2007 este que fuera utilizado como avión escuela y patrullara la costa durante la guerra de Malvinas. Los cálculos apuntan a que esté listo el 28 de agosto luego de que se le realice esta puesta en valor que requirió trabajos de chapería, electricidad y pintura. 

En uno de los galpones de la IV Brigada Aérea está "a medio maquillar" el MS760 Paris, tal su modelo, de la marca Morane Saulnier. Son 48 las personas las que ponen su mejor esfuerzo para dejarlo renovado y con la estética original. 40 de ellas son alumnos de la escuela técnica 4-106 IV Brigada Aérea que está dentro del predio. "Es emocionante, tenemos la posibilidad de trabajar en ese avión, es un privilegio y nos sentimos especiales", dijo Nadine Vidal (14); "Es una experiencia interesante que nos permite aplicar todo lo que aprendimos", agregó Margarita Vidal (14).


    Claudio Gutiérrez / Los Andes
Claudio Gutiérrez / Los Andes

El capitán Néstor Castro, jefe de la restauración dijo que la aeronave estaba lleno de nidos de pájaros y que además, al ser íntegramente de aluminiom el exterior estaba muy dañado.

"Lo que más tiempo y trabajo ha llevado es recuperar la chapa porque ya no existen repuestos para este avión", advirtió. Por eso, han tenido que fabricar más de 20 piezas. Tiene 12 metros entre los dos extremos de las alas y casi otro tanto de largo. El aparato tendrá iluminación dentro y fuera, ya que se pondrán a punto todos sus sistemas. Pero se utilizarán leds, que gastan menos y duran más.


    Claudio Gutiérrez / Los Andes
Claudio Gutiérrez / Los Andes

José Luis De Marchi, quien se está encargando de este aspecto detalló que están evaluando dos opciones para el encendido de las luces: colocar una fotocélula o que se enciendan con el alumbrado público. Como sea, brillará de noche.

Ayer, le daban color a su exterior, ya tenía manchas blancas, beige y celestes mientras que faltaba aplicar el cuarto color, verde oliva, para terminar el camuflaje. Finalmente quedará completamente sellado con remaches.

Rotonda sin peatones

Cuando el Morane regrese a "su rotonda" la encontrará más chica. Es que esta tendrá 20 metros menos de diámetro. 

Originalmente tenía 50 metros y ahora quedará de 30, mientras que además ya no podrá tener circulación peatonal. Eduardo Fernández, jefe de Asesoría Forestal de la Dirección Provincial de Vialidad destacó que esto último implicaba riesgo peatonal. 


    Claudio Gutiérrez / Los Andes
Claudio Gutiérrez / Los Andes

La historia del avión

En 1958 llegaron al país estos aviones marca Morane Saulnier provenientes de Francia y se distribuyeron en tres provincias, una de ellas Mendoza.

Eran utilizados para adiestrar pilotos y fueron luego reemplazados por los Pampa. En 1968, se crea en Mendoza la especialización en aviación de combate por lo que se concentraron 33 en la provincia.


    Claudio Gutiérrez / Los Andes
Claudio Gutiérrez / Los Andes

Se usaba para entrenamiento de tiro, en cuyos casos los pilotos eran unos verdaderos valientes. Podían desplegar un cable acerado con una manga, sobre la cual otros aviones efectuaban disparos. Además durante la guerra de Malvinas esta nave cumplió funciones para las que no fue creado: se adentraba lo que podía en el mar frente a las costas argentinas para hacer reconocimiento de flota y detectar barcos ingleses. 

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