Votaron, alentaron a Los Pumas y disfrutaron un asadito en el río

Decenas de mendocinos quisieron aprovechar el “solcito” de la tarde después de varios días nublados y fríos y partieron a la zona de montaña. A pesar de la hora, pusieron carne o pollo a la parrilla.

Votaron, alentaron a Los Pumas y disfrutaron un asadito en el río

¡Que no falte el asado! Ése pareció ser el motor de arranque de muchos de los mendocinos que luego de sufragar -una gran mayoría al menos- decidió poner rumbo hacia la montaña, aprovechando el sol y la tregua al frío de los últimos días.

Otra gran tanda también se decidió por el río Mendoza luego de votar y del partido de Los Pumas, que terminó alrededor de las 15, dejando a los comprovincianos gran parte de la tarde para disfrutar de la belleza natural de nuestra tierra.

Es así que una gran columna horizontal de vehículos pudo verse encaminada hacia el oeste desde el Gran Mendoza, con destinos como Potrerillos, Cacheuta y lugares intermedios, siempre con la consigna de olvidar por un rato el destino electoral del país y aprovechar las últimas horas de descanso antes de iniciar la semana laboral.

Jorge, de Las Heras, contó que tenía pensado irse a primera hora a la montaña, pero que luego recordó que estaba el partido de la selección de rugby, por lo que postergó su excursión hasta después del almuerzo.

“Me gusta el rugby, aunque no soy fanático. Tenía ganas de ver el partido. Lo único malo fue que tuve que levantarme a votar temprano, para que me dieran los tiempos. Pero ahora acá estamos, disfrutando de la tarde”, dijo el lasherino.

En los miradores y el río

Los miradores y asadores que están camino a Cacheuta comenzaron a verse poblados a partir de las dos de la tarde, y llenos, a eso de las 16. Es que, como se dijo, muchos arrancaron luego de haber pasado por sus respectivos colegios y, con la carne en la heladerita y alguna que otra bebida fresca, aprovecharon la tarde de sol.

Fue el caso de Paola y Vicky, de Godoy Cruz y Guaymallén, quienes con sus hijos “acamparon” en el Sendero de los Poetas, el primero de los miradores del camino. “Siempre venimos por acá, nos gusta la vista. Votamos a eso de las 11 y media y salimos. La verdad es que fuimos a votar más por obligación que por otra cosa”, contaron las mujeres.

Mientras, terminaban de adobar un pollo que, al menos a la vista, se veía realmente apetitoso contaron: “Compramos todo recién y como nos demoramos un rato en llegar, pensamos que vamos a comer pollo de mediatarde”, dijeron sonrientes y relajadas.

Más adelante, Jorge, Alejandro y José atendiendo más a la parrilla que a las preguntas del periodismo, indicaron que la idea del día era estar tranquilos. “Votamos a medio día y aunque siempre vamos al río, decidimos quedarnos por acá, para no perder mucho tiempo”, comentaron mientras se escuchaba el crepitar de la sal entre las brasas.

Además, aprovecharon para señalar que en el Sendero de los Poetas faltan basureros. “Es muy lindo este lugar, pero por más que uno traiga una bolsita para dejar los residuos, no hay dónde dejarlos, y vienen los perros y rompen todo”, agregaron.

Situaciones similares se presentaron en el Balcón de los artistas, en el Parque del deportista y en el Parque del Mirador, el resto de los miradores que están distribuidos a lo largo de la ruta 82.

Juan Manuel y Leandro salieron de sus casas antes de que terminara el partido de rugby. Es más, uno de ellos hasta se animó a preguntar cómo había terminado finalmente porque se fue unos minutos antes del cierre del encuentro deportivo. “Somos de Godoy Cruz y ya habíamos votado temprano, así que llegamos rápido. Pero venimos siempre de día y de noche, conocemos el lugar y nos gusta”, describieron relajados y a punto de sacar el asado de la parrilla.

En la bajada al río y ya con un espléndido día confirmado por los mendocinos que se escaparon de la ciudad, la gente comenzó a agruparse en las costas bañadas por el agua de deshielo del tradicional curso de agua mendocino.

Algunas personas optaron por la media tarde, los mates y las facturas, pero otros no quisieron dejar de comer el asado de todos los domingos y a las cinco de la tarde se animaron a prender el fuego y, poco a poco, ir despuntando el vicio gourmet.

“Por suerte votamos rapidísimo y fue todo muy tranquilo. La idea nuestra fue votar casi a primera hora y después salir para la montaña. Estamos cansados de votar tantas veces. Ha sido muy tedioso tener que ir 6 veces a votar”, dijeron Sandra, Laura, Franco, Hernán -el asador del grupo-, Alma, Romina, Valentina y Gastón.

A punto de dar un bocado a lo que tenían en sus platos, agregaron que iban a esperar la noticia del nuevo presidente, porque esperaban que no hubiera balotaje, mientras disfrutaban de la tarde y el río.

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