El presidente boliviano, Evo Morales, llega a las elecciones de hoy como claro favorito en las encuestas para lograr un tercer mandato (2015-2020) y con el reto de conseguir un caudal de votos que le asegure mantener la mayoría absoluta en el Congreso para impulsar reformas sin oposición.
Los últimos sondeos coinciden que ganará las elecciones en primera vuelta con un 59% de los votos contra un 18% del empresario centrista Samuel Doria Medina y un 9% del ex presidente liberal, Jorge “Tuto” Quiroga, en una elección en la que podrán votar unos 6 millones de bolivianos.
Pese a la clara ventaja de más de 40 puntos, Morales ha apuntado todos los cañones a estirar las diferencias para asegurarse la hegemonía en la Asamblea Legislativa Plurinacional, como en los últimos cinco años de gestión. Su objetivo, según adelantó, es alcanzar el 80% de los sufragios válidos y evitar el llamado “voto cruzado”.
En las elecciones de 2009 un 28% de los electores cruzaron su voto apoyando en la presidencia a Morales, un indígena izquierdista de 54 años, pero optando por un candidato opositor para la diputación.
Con el control del Congreso, Morales podría tener carta libre para modificar la Constitución, en particular, según teme la oposición, para habilitar la reelección presidencial indefinida. La actual Constitución boliviana sólo permite una reelección consecutiva.
Además de los votantes que residen en Bolivia, el padrón electoral está compuesto por unos 272.000 bolivianos residentes en 69 ciudades de 33 países, que elegirán únicamente presidente y vicepresidente.
Aún están en juego un 20% de votos de indecisos o de los que votarán en blanco o nulo.
Durante esta semana de cierres de campaña de los partidos, Morales buscó estirar ventajas atacando duramente a sus contendientes, mientras el empresario Doria Medina y el ex presidente Quiroga contraatacaron en un último intento por acortar las distancias que muestran las encuestas.
A pesar de los cruces de guerra verbal, que se mantuvieron en las últimas horas a través de las redes sociales una vez que entró en vigencia el jueves la veda electoral, la Organización de Estados Americanos (OEA) señaló que aguarda una votación “normal y participativa”.
Luego de enfrentar una dura resistencia en sus primeros años de gobierno, que casi llega a guerra civil en 2008, Morales, primer presidente indígena de Bolivia, logró doblegar los embates de la oposición, concentrada especialmente en Santa Cruz, motor económico y la región más rica del país.
Los analistas no descartan que podría triunfar por primera vez en ese difícil reducto y superar el 50% de los votos. Hace cinco años obtuvo un 42%.
Morales apoyó su campaña electoral en los logros económicos de su gestión, que convirtieron a Bolivia en uno de los países con mayor crecimiento de la región, y medidas como la nacionalización de los hidrocarburos en 2006, que le dieron cuantiosos recursos al Estado y le permitieron mejorar la distribución del ingreso en beneficio de los sectores populares.
La oposición atacó los flancos más débiles del gobierno como la inseguridad, el creciente tráfico de drogas, la pobreza extrema del orden del 20%, la desocupación juvenil, y su alianza con Venezuela, Cuba e Irán.
Morales llegó al poder en 2006 con el 54% de los votos y tras la aprobación de una nueva Constitución en 2009, revalidó el cargo en nuevas elecciones en que obtuvo un rotundo 64% de los votos para el período 2010-2015.
En Mendoza pueden sufragar alrededor de 10.400 residentes
Tal como sucederá en más de 60 ciudades de 33 países, la población boliviana adulta residente en Mendoza, unas 10.400 personas, podrá participar de las elecciones de hoy.
Hay cinco centros habilitados para hacerlo, ubicados en los distritos donde se concentra esta colectividad: ciudad de Mendoza (Escuela Patricias Mendocinas), Rodeo del Medio (Maipú), Ugarteche (Luján), Eugenio Bustos (San Carlos) y San Rafael.
Poco más de 120.000 bolivianos están empadronados para votar mañana en la Argentina para elegir presidente y vice de su país, un número de potenciales sufragantes que casi equivale a un departamento entero del país del altiplano.
De ellos, unos 95.000 están localizados en Capital Federal y el conurbano bonaerense, mientras algo más de 25.000 están empadronados para ir a las urnas en Mendoza, Jujuy, Salta y Córdoba, entre otras provincias, para apoyar una nueva reelección de Evo Morales (como prevén todos los sondeos) o impulsar un cambio de signo político en el Palacio Quemado de La Paz.
El embajador de Bolivia en Buenos Aires, Liborio Flores, explicó que los inscriptos en Capital podrán votar en los barrios de Once, Recoleta, Liniers, Parque Avellaneda, Flores, Nueva Pompeya, Villa Lugano y Villa Soldati, en tanto en la provincia de Buenos Aires habrá mesas en La Matanza, Lomas de Zamora, Esteban Echeverría, Quilmes, La Plata, Escobar y Pilar.
Las autoridades consulares dieron cuenta de que en Mendoza hay unos 10.400 bolivianos en condiciones de votar, en Jujuy otros 7.000, en Córdoba 3.000 más y en Salta 2.700.
España: comunidad numerosa
Un total de 74.634 bolivianos están registrados para votar hoy en España en las elecciones presidenciales del país andino, anunció el representante del Tribunal Electoral de Bolivia en Madrid, Álvaro Ibáñez.
Para participar en los comicios, habrá 92 mesas preparadas en siete ciudades: Madrid, Barcelona, Bilbao, Murcia, Sevilla, Valencia y Palma de Mallorca.
Ibáñez aseguró que no quiere especular sobre porcentajes, pero cree que habrá una “participación importante” de bolivianos residentes en España, la cual llegó al 70 por ciento del padrón electoral en las elecciones de 2009.
Destacó que pese a los retornos y desplazamientos a otros países de la Unión Europea causados por la crisis económica española, el número de bolivianos registrados para las elecciones con respecto a 2009 aumentó en 30%.