Juan abraza los platos con total suficiencia en el restaurante de calle Rivadavia al 55, pleno centro de la capital sanjuanina. Cero nerviosismo, pura tranquilidad. Ni siquiera lo inmuta que a escasa cuadras de su lugar de trabajo su equipo juegue, “el Clásico de Cuyo” esperado por toda la patria futbolera.
¿San Martín? “¡No, soy mendocino y fanático del Tomba!”, disparaen el momento de levantar el pedido de los enviados por Más Deportes. ¡¿Cómo?! Sí, Juan Tejerina, de 30 años, es oriundo del distrito rivadaviense de El Mirador, al Este del departamento.
“Vine a estudiar ingeniería pero no me gustó y me cambié a arquitectura. Hoy soy arquitecto recibido y estoy acá hasta que logre conseguir laburo de lo mío”, desliza.
“Aquí en el bar ya todos saben que soy fanático del Expreso, mis compañeros son casi todos de San Martín y alguno que otro de Desamparados. También tengo amigos de la hinchada del Verdinegro. Nos cargamos mutuamente pero con respeto, es el folklore del y lo lindo que tiene el fútbol”, agrega el rivadaviense, quien ya tenía listo el plan para seguir el cotejo en Pueblo Viejo.
“Salgo a las 16 de trabajar, así que voy a llegar a mi casa con el partido comenzado. Igual, no me hago muchos problemas porque la cábala es ver el segundo tiempo, que es cuando mejor ha jugado el equipo”, explica con la precisión de un analista.
Afirma ser hincha de Godoy Cruz desde la primera hora. “De la época en la que jugaban el ‘Cachorro’ Abaurre y el ‘Gato’ Oldrá, que son los verdaderos ídolos del Tomba”, aclara. Y aunque luego se quedará con las ganas como todo el pueblo bodeguero, el traspié sólo posterga por algunos días la ilusión de ir a otra Copa con su amado Expreso.