Se terminó la sequía en calle Boedo. Ayer, el equipo que más títulos ha ganado en los últimos diez años, Liceo, volvió al primer plano del rugby local. Y con este título, el cuarto en diez años, comienza a despedirse una generación que le ha dejado a los Clavos la mayoría de las alegrías en su historia.
Pero ayer quedó evidenciado que los más chicos, los que se han sumado en los últimos años tienen tantas posibilidades de seguir haciendo historia, como los que han estado hasta hoy.
Pero ayer esa mezcla de experiencia y juventud, le dio a Liceo una nueva alegría. Hubo que sufrir y mucho, pero esa paciencia en los últimos minutos le posibilitó dar vuelta una historia que a cuatro minutos del final del partido, era adversa.
Tomás Videla -de gran partido y temporada- comenzaba a darle una sonrisa a la parcialidad liceísta con un penal que hizo efectivo. Sin embargo la respuesta de los Curas fue contundente. Es que en la primera pelota que tuvo en terreno ajeno, Maxi Filizzola -también de gran partido- desbordó por la derecha y se zambulló en el ingoal de los Clavos.
El equipo conducido por el staff técnico compuesto por Santiago Laghezza, Leonardo Leyes, Guillermo Lobato y Javier Solfanelli retomó el protagonismo y Tomás Granella se escapó y apoyó abajo de los palos. Ambos mostraban desconcentraciones en defensa y por eso el encuentro era palo a palo. Un nuevo try de Maxi Filizzola ponía a los Curas adelante en el marcador.
Todo era parejo en el juego y esto se reflejaba en el marcador. Es que al finalizar el primer tiempo, la igualdad en 15 dejaba en claro la paridad.
En la segunda parte, Liceo se quedó con uno menos por la amonestación de Barni. Pero en esos 10 minutos con mayoría, Marista sólo pudo sumar desde un penal que Francisco Frúgoli hizo efectivo.
El propio pateador se cortó en campo adversario y con su try y conversión llevó a los Curas a sacar una ventaja de 10 tantos sobre Liceo cuando se cumplía el cuarto de hora.
Conforme, los Curas, se pusieron firme en la marca y los Clavos no encontraban la manera de poder hacer daño.
De todas maneras Liceo acortó ventaja con un penal de Videla y quedó a tiro de try para empatar. En los últimos minutos, Marista se quedó con uno menos por la amarilla a Frúgoli y Liceo si lo supo aprovechar.
Se acercó un poco más con otro penal de Videla, y cuando el reloj marcaba 39 minutos, Javier Linares se cortó en los últimos metros y nadie pudo detenerlo. Try convertido y delirio liceísta que, tras cuatro años de sequía, volvió a festejar.
