Después del lunes complicado que dio inicio a la segunda parte del aislamiento obligatorio, la calma volvió a los cajeros y a los supermercados del Gran Mendoza. El uso de las máquinas ATM fue ligero y no se reportaron inconvenientes ni engorrosas esperas.
Como pudo apreciar Los Andes en una recorrida por el Centro, las filas desaparecieron en muchas sucursales bancarias. Las postales difieren bastante de las registradas el viernes y el lunes pasado, cuando muchos jubilados, beneficiarios de asignaciones y empleados públicos acudieron de manera masiva a retirar efectivo pese a las restricciones para circular.
Sin embargo, una y otra vez el Gobierno nacional garantizó la disponibilidad de dinero en los cajeros automáticos. Más de 35.500 puntos de extracción garantizan la disponibilidad de efectivo en el país, informó el Banco Central ante la preocupación de parte de la ciudadanía.
Esta cifra incluye a los más de 18.000 cajeros automáticos y otros 17.500 puntos de extracción de efectivo en líneas de cajas de comercios (sistema Extra Cash) como supermercados, farmacias o estaciones de servicio que permiten extraer efectivo de las cuentas bancarias de los clientes.
En relación a las largas filas que se observaron durante el fin de semana, fuentes de la entidad monetaria explicaron que "unas 11 millones de personas cobraron jubilaciones, pensiones y asignaciones".
En tanto, desde ayer los mayoristas reforzaron filas de espera para asegurar el distanciamiento. "Estimados clientes: debido a la Emergencia Sanitaria COVID-19, se solicita ingresar al establecimiento utilizando barbijo", decía un cartel en la puerta del mayorista Oscar David, en Godoy Cruz.
Vale recordar que el viernes 3, el Banco Nación, las entidades provinciales y algunas privadas reabrirán sus puertas el viernes sólo para el pago de haberes a los jubilados, según acordaron las autoridades regulatorias, las entidades y el sindicato Asociación Bancaria.
No hace falta que las personas vayan a las entidades, dado que el dinero estará depositado en las cuentas. Sí se dará prioridad a quienes no tienen la tarjeta de débito. Pueden acudir apoderados para no exponer a los adultos mayores -grupos de riesgo-.