Volvió el agua potable a los clubes de El Carrizal

La rotura de un pozo complicó el abastecimiento de agua en la margen de Rivadavia. Tras 8 meses se restablece el servicio para 14 clubes y 60 familias. Habilitarán la temporada de verano.

Volvió el agua potable a los clubes de El Carrizal

Durante los últimos ocho meses la mayor parte los clubes y habitantes de la margen noreste del dique El Carrizal, la que pertenece a Rivadavia, atravesó grandes dificultades para abastecerse de agua potable. El problema surgió tras la rotura de la perforación en el club Medrano, desde donde parte una red que cubre un buen sector de la región.

Así, sin agua suficiente, el panorama no solo afectó la vida diaria de decenas de familias y puesteros que viven en la zona, sino que amenazaba complicar la época estival de muchos de los clubes, que alcanzan en el verano su mayor rentabilidad, gracias a la visita de unas 400.000 personas que se arriman al dique a lo largo de la temporada.

“Sin agua potable no hay club, es así de sencillo, nos clausuran; este invierno las tancadas que mandó la municipalidad en camiones alcanzaron a cubrir lo mínimo, pero con la llegada del verano sería imposible abrir porque viene mucha gente”, explicó Mario Musri, a cargo del ingreso al club Las Heras, uno de los perjudicados por la rotura del pozo.

Durante meses, la comuna llevó agua en camiones cisterna a los clubes y hubo además, un acuerdo con el Martín Pescador para usar su perforación como reemplazo.

De todos modos nunca fue suficiente agua, en especial para los clubes al fondo del dique. Afortunadamente el problema se solucionó en los últimos días, gracias a las gestiones de la Unión Vecinal Medrano, que está a cargo de la perforación, pero también al aporte de la comuna, que financió el millón de pesos necesario para el trabajo de cavar un nuevo pozo.

“Fue un calvario que duró ocho meses, desde el 11 de abril cuando el pozo dejó de sacar agua”, contó Carlos Ventura, presidente de la Unión Vecinal Medrano, un pequeño operador de agua potable, que gestiona el servicio para 1.300 socios de ese distrito en Rivadavia, pero también para toda la margen noreste de El Carrizal: “Nos hicimos cargo del pozo casi de casualidad, fue en la época de Lafalla, cuando se privatizó Obras Sanitarias y la empresa francesa se deshizo de todos los servicios que no le eran rentables, especialmente los rurales, y entre ellos de esta perforación en El Carrizal”.

En aquel momento y a cambio de administrar el servicio de agua, la entidad recibió la concesión del predio donde se halla la perforación, que pasó a llamarse club Medrano: “Mantener esta perforación en actividad tiene un costo mensual de $ 25.000, prácticamente lo mismo que sacamos por lo que pagan los clubes”, explicó Ventura, y siguió: “Cuando se rompió la perforación, tres poceros distintos nos dijeron que no había manera de recuperar la bomba y que había que hacer otro pozo; ahí nos entró una gran angustia porque nuestra entidad no cuenta ni remotamente con el millón de pesos necesario para cavar una perforación”.

En El Carrizal, de los catorce clubes que hay en la margen de Rivadavia, solo unos pocos cuentan con perforación propia, apenas los más grandes en infraestructura como el Martín Pescador o El Pelícano; el resto depende de la perforación del Medrano, como también unas 60 familias que viven en la zona.

“Este invierno nos arreglamos con bidones. La comuna trajo agua en camiones para el tanque de la casa y de la proveeduría, pero nunca fue suficiente”, contó Alicia, que vive y atiende con su marido el club Shangri-La (ex YPF).

"Pensamos en los clubes, en las familias, en la gran actividad turística que corría peligro y por todo eso, la comuna decidió poner el millón de pesos necesario para la obra", explicó Jorge Carballo, jefe de Gabinete de la comuna.

El pozo tiene 160 metros de profundidad con un agua de muy baja salinidad y una conductividad de 700 mhos/m. "Es un agua excelente y tenemos pozo para 40 o 50 años", cerró Ventura.

Pequeños prestadores

El servicio de distribución de agua potable no es rentable en muchas zonas de la provincia, especialmente en las zonas rurales, donde los vecinos se han organizado en consorcios o uniones vecinas cooperativas que administran el servicio.

En Rivadavia hay 16 de ellas. Son instituciones que crecieron luego de que el Estado dejó de prestar el servicio. La Unión Vecinal Medrano es una de ellas y atiende, además de en la margen noreste de El Carrizal, en el distrito del mismo nombre.

“Tenemos 1.300 socios y una pequeña estructura administrativa y operativa que nos permite trabajar", cuenta Carlos Ventura, su presidente: "Nuestros vecinos tienen medidores de agua en sus casas, lo que nos permite cobrar por lo que se consume y, le aseguro, no hay derroche. En promedio, en Medrano se consumen unos 270 litros por día por habitante, que es prácticamente la mitad de la media provincial. Trabajamos con mucho esfuerzo y muchas veces  sin la ayuda de la comuna seguramente no podríamos subsistir”.

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