No hay caso. Parecía levantarse en la Patagonia de los últimos reveses, pero volvió a carecer de un poco de todo y Petrolero, que durante un gran tiempo estuvo abajo, le hizo pagar caro los errores para quedarse con el triunfo 78-71.
Arrancó mejor la visita haciendo pesar a Quadir Welton en la zona pintada (anotó los seis puntos de su equipo) en el parcial de 6-3 en los primeros 2’ de acción, un gran cuarto, pero lentamente el dueño de casa achicó sus sistemas defensivos y dejó sin “gol” al visitante, con un 10-2 que le permitió ponerse en juego restando 5’ redondos (18-25).
Pero después del minuto solicitado por Minelli sus dirigidos recuperaron la intensidad en ambos tableros y con una excelente colaboración de los hombres que llegaron desde el banco, se fueron al descanso largo arriba por una buena diferencia: 29-40.
El segundo tiempo fue de rachas. Rivadavia estiraba la brecha y el local se acercaba con las intervenciones de Blossom en ese tercer cuarto, hasta que en los 10’ finales, otro gran momento en los primeros instantes (11-2) le permitió a Petrolero pasar al frente del marcador 65-60.
A partir de ahí fue todo del local. El Naranja volvió a cometer errores y el saldo, como viene sucediendo, fue el mismo: se quedó con las manos vacías.