Una de las tareas humanas más complejas y difíciles, es aquella relacionada con la toma de decisiones, debido a que, según la determinación adoptada, es posible causar un error garrafal que, en el caso que analizaremos en esta editorial, tiene que ver con el ambiente y el espacio público.
Esta introducción viene a cuento de la desafortunada determinación del Gobierno provincial de emplazar un pabellón de monitoreo de las cámaras de seguridad del Parque General San Martín, a pocos metros del monumento de los Caballitos de Marly, en el corazón del paseo.
Obviamente, el apuro por mostrar una nueva obra hizo que los funcionarios cometieran un grave error, que finalmente corrigieron.
La infraestructura de seguridad, en rigor se llama Centro Estratégico de Operaciones (CEO), iba a ser emplazada en un sector amparado por el decreto provincial 2307/17 del mismo gobierno, que declaró el año pasado "Parque Histórico" al Parque General San Martín y a todos los bienes culturales, materiales e inmateriales contenidos en su jurisdicción.
Urbanistas, paisajistas y especialistas en patrimonio hicieron rápidamente los cuestionamientos del caso, inclusive a través de notas en las páginas de nuestro diario, como las que firmaron las especialistas en la materia: Eliana Bórmida y Silvia A. Cirvini.
Así las cosas, ya comenzaron a desmontarse las bases de cemento que se habían colocado y que ahora serán trasladadas 20 metros hacia atrás, justamente al lugar original donde estaba planeado.
Cambiar de opinión es de gente inteligente, en virtud de que, con el tiempo, se van descubriendo nuevos elementos que ayudan a tomar mejores medidas. Así que en ese sentido saludamos que se haya revertido una mala decisión. Lástima que se perdió tiempo y se encareció la inversión de la obra.
Es bueno que los funcionarios, si no tienen pleno dominio del urbanismo y su patrimonio, se asesoren con los cuerpos colegiados y los centros de investigación que, por fortuna, existen en el medio.
Lo narrado ocurrió en nuestra Capital y el usuario habitual de estos lugares espera que se coordinen mejor estos emprendimientos que pueden afectar un vital patrimonio como es el parque.
Otra "marcha atrás" que queríamos comentar ocurrió al sur de Luján de Cuyo, más precisamente en Perdriel, donde la comuna departamental comenzó a desarrollar un basural a cielo abierto a la terminación de la calle Terrada, muy cerca de tierras fértiles con la mejor uva, bodegas y rutas nacionales. Los vecinos que viven en las inmediaciones se movilizaron y consiguieron que el municipio suspendiera la entrada de camiones con residuos y que se empezara sanear la zona.
El proceso está en marcha y los residentes del área creen que aquí también faltó poner en debate público el proyecto municipal.
Finalmente, es procedente mencionar que la Municipalidad de Capital corregirá el logo identificatorio de la Ciudad de Mendoza, bien definido por un árbol, y agregará una acequia al diseño, como lo sugiriera el arquitecto Jorge Ricardo Ponte, gran defensor de nuestras cunetas, y que dio a conocer la iniciativa a través de una columna en este diario.
Fue otra demostración de lo saludable que resulta cuando los gobernantes escuchan.
En una palabra, por los tres casos narrados, es importante que se establezcan vínculos de transferencias sólidos y pertinentes entre los políticos y los especialistas en diversos temas que actúan dentro y fuera del Estado. No hacerlo es despilfarrar energías, dinero de los contribuyentes y visiones importantes.