La apuesta por los jóvenes volvió a ser fuerte en la Bodega. Después de algunos años donde la política del club fue traer jugadores para sostener el proyecto de Primera División, los chicos ya no están tan eclipsados. El dato es elocuente. El sábado pasado, en el debut del Expreso en el torneo de Primera División frente a los sanjuaninos, el Gato Oldrá puso en cancha a cinco futbolistas surgidos de las divisiones menores de la institución: Sebastián Moyano, Sebastián Olivares y Fernando Zuqui, que habían terminado el torneo de Transición 2014 como titulares, se sumaron Emmanuel García (hizo su debut absoluto en Primera División) y Juan Fernando Garro.
La escuela tombina
A mediados de los ‘80, con el proyecto ideado por Julio Vega, Godoy Cruz dio el puntapié inicial para transformarse en un club modelo en materia de divisiones inferiores. De la cantera aparecieron chicos que con el tiempo se convirtieron en “históricos” por los logros que alcanzaron: los campeonatos de 1989 y 1990 y el soñado ascenso al Nacional B en 1994 al derrotar y empatar con Guaraní Antonio Franco (1 a 0 en Mendoza y 0 a 0 en Misiones)los jóvenes vuelven a tener protagonismo en Godoy Cruz.
Por la Bodega se añorará por los siglos de los siglos esa camada de futbolistas que comenzó a escribir gran parte de los capítulos más dorados de la institución: el Gato Oldrá (DT actual), Rafael Iglesias, Sandro De Luca, Cristian Vargas, Carlos Moya, Humberto Lentz, los hermanos Rubén y Osvaldo Almeida, el Cachorro Abaurre, Manuel Villalobos, Oscar Pereyra y Mario Yáñez, que tuvieron en Alberto Garro el conductor ideal para sus proezas.
Después, ya en la B Nacional y también en Primera División llegó el tiempo de Nicolás Olmedo, Enzo Pérez, Mariano Torresi, Nelson Ibáñez, Darío Salomón, Gabriel Vallés, Marcos Barrera, Ernesto Garín, Emiliano Páez, Alejandro Camargo, Sergio Sánchez y Jesús Vera.
Nada es casual. La confirmación de Daniel Walter Oldrá como conductor del primer equipo le volvió a abrir las puertas a aquellos jugadores de pura sepa, envasados en origen. Esos chicos de divisiones inferiores que desde el 17 de marzo de 2012 compiten ininterrumpidamente, y con buenos resultados, en el campeonato oficial de la Asociación del Fútbol Argentino.
Y sí, el futuro ya llegó.