El tango, dicen, es cuestión de nostalgias: un adiós, una pérdida, una niebla sobre el agua que aleja la silueta de los barcos al partir. Sí: el tango es cuestión de puertos, de sus idas y vueltas.
Ya varios han buscado contar, en los lindes del Teatro Independencia, cómo ese ritmo tan argento se cuela hasta la médula en la identidad y la historia nacional.
Lo hizo Pinty Saba, a través de aquella preciosura que fue “Enfermos de tango” (la paseó a destajo por el país y Chile). Lo intentó sin suerte Cristina Castro con esa obra pretenciosa, desprolija e ineficaz que fue “Federal Tango”.
Es que el 2x4, señores, invita a narrar. Por eso, y tomados de esta intención, ahora es el grupo que dirigen Vanina Méndez y Damián Romera el que se le anima al cruce entre teatro y danza.
Esta vez la añoranza no hace pie en el pasado de la patria, ni en los símbolos que la definen, sino en la infancia que ya se fue. Desde esa perspectiva pretende instalarse “Amor’es Tango” sobre el mismo suelo de nuestra sala mayor.
“La idea surge de las ganas de hacer algo divertido, que le permita al público pasar por distintos estados emocionales -nos cuenta Vanina Méndez, y continúa-. Para nosotros era un desafío en todo sentido: desde la puesta hasta la dirección”.
Pero, le preguntamos a Vanina, ¿cómo es esto asociar la infancia que se ha ido con el tango?
- Un día escuchando “Chiquillada”, de Leonardo Favio, nos dijimos: “qué divertido sería hacer de niños...”. De ahí todo se relacionó e hicimos la selección musical, la idea de la puesta.
Aclaremos: Vanina y Damián son bailarines experimentados en el territorio del tango y el folclore. Han girado por India y Estados Unidos, gastaron suelas en diversos escenarios y hoy forman parte del Ballet Folclórico de la Ciudad de Mendoza y de la Compañía Tango Classic.
Pero son conscientes de que una aventura que involucre al teatro requiere de entendidos en esa disciplina. Es por eso que lo convocaron a Francisco Carrasco para que los asesorara; tanto, que es este actor y director el que se hace cargo de la puesta en escena.
- ¿Cómo se han planteado la articulación entre la narración teatral y la danza?
- El hilo narrativo surge de la misma selección musical. Los aspectos actorales están trabajados desde la corporalidad y acentuando lo interpretativo. Tenemos muy pocos diálogos, yo diría bocadillos, para acompañar las escenas que lo requieran.
La puesta no tiene pretensiones realistas o paisajísticas. Es así que la luz, y sus infinitas posibilidades, son las que dibujarán sobre el escenario espacios y ambientes.
El resto queda a cuenta de la faena de los bailarines: seis parejas que se reunieron para “Amor’es...” porque se entusiasmaron con el proyecto de Vanina y Damián. “Desde el principio pensamos en cada integrante para cada uno de los personajes de la obra”, acota ella.
Cada uno de estos seis personajes transitan, desde la adolescencia a la adultez, diversas vivencias: amor y desamor, amistades y ausencias.
Todas, reunidas a partir de la música y las letras tangueras. “Siempre tuvimos en claro que trabajaríamos cada personaje desde lo natural. Luego, en el proceso, fueron surgiendo diversas características que cada bailarín les fue aportando. La tarea se hizo así muy divertida y resultó para nosotros un gran aprendizaje; obviamente siempre apuntalados por nuestro asesor teatral Francisco Carrasco”.
Presentado el panorama queda sólo la invitación a transitarlo, porque el tango es generoso y siempre nos da la revancha del disfrute.
La ficha
"Amor'es tango"
Idea y dirección general: Vanina Méndez y Damián Romera.
Bailarines: Vanina Méndez, Damián Romera, Flavia Marino, Franco Agüero, Virginia Paes, Carlos Ulloa, Agueda Mansilla, Joel Tempestti, Dana Devia, Pablo Mansilla, Yamila Vidal y Mariano Cirica.
Puesta en escena: Francisco Carrasco.
Iluminación: Noelia Torres.
Día y hora: Hoy, a las 21.30.
Lugar: Teatro Independencia (Chile y Espejo).
Entradas: $60, general.