Qué mejor que el Cosmos Arena de Samara, un moderno recinto que parece más una nave espacial que un estadio de fútbol, para que las selecciones de Inglaterra y Suecia busquen continuar mañana con su viaje a las estrellas.
Será un duelo por los cuartos de final del Mundial de Rusia, pero el sueño va mucho más lejos. En un torneo marcado por las sorpresas, el sector del cuadro -en semifinales tocarían Rusia o Croacia- ilusiona a ambos países con regresar a una final del mundo tras más de medio siglo.
Inglaterra, el país que inventó el fútbol, se refriega los ojos ante la posibilidad de que su eterna maldición llegue a su fin en Rusia. Ya ganó su primera serie de penales en un Mundial en el duelo de octavos de final ante Colombia, pero no puede permitirse que un tropiezo ante Suecia vuelva a despertar los fantasmas.
“Logramos superar la primera eliminatoria en más de diez años, ganamos por primera vez una serie por penales en un Mundial, logramos la mayor cantidad de goles en un partido de Inglaterra (el 6-1 ante Panamá).
Ahora queremos seguir haciendo historia y volver a una semifinal”, dijo Gareth Southgate, el entrenador que transformó el escepticismo en ilusión en su país.
Campeona en 1966, Inglaterra sólo llegó dos veces a una semifinal del Mundial: el año en el que ganó el título en casa y en Italia 1990, cuando perdió ante Alemania en la penúltima ronda por penales. Suecia fue finalista en el Mundial que organizó en 1958, cuando perdió ante Brasil en la definición, y también acabó entre los cuatro mejores en 1938, 1950 y 1994.
Liderada por Harry Kane, el máximo goleador del Mundial con seis tantos, y con sus 23 jugadores militando en la poderosa Premier League, Inglaterra parte como favorita en Samara. Aunque la historia demuestra que los suecos no son un rival sencillo.
“No tenemos un buen récord contra ellos”, recordó Southgate. Su país sólo venció a Suecia en dos de los últimos 15 enfrentamientos y en Mundiales igualaron las dos veces que se midieron, en 2002 y 2006.
“Hubo un entrenador que alguna vez dijo que somos fáciles de analizar, pero difíciles de vencer. Creo que es un buen análisis”, señaló el entrenador sueco.