La remodelación de plazas y parques, así como la generación de nuevos espacios verdes, han funcionado como una tentadora invitación por la cual muchos se han volcado nuevamente al ámbito público. Encontrarse con lugares cuidados, verdes, con juegos para niños en condiciones y mayor seguridad, son los aspectos que logran adeptos de diferentes edades.
Falta poco para el atardecer y la plaza Domingo Sarmiento de Ciudad cobija a personas de diferentes edades. La vedette sin duda son los juegos a los que los chicos no se resisten ya que, según contaron los papás reunidos en el lugar, quieren ir a “esos” juegos.
Emilia (35) es de Las Heras y dijo que su hija estaba encantada, que cuando la vio quiso ir: “Ella se siente feliz, vos ves cómo disfrutan los chicos”, subrayó. “Estaba mirando los detalles del piso, los juegos son distintos y todos funcionan. ¿A qué persona no le gusta ir a una plaza bonita, sentarse un rato a relajarse? Da placer. Hay una cerca de mi casa que no está cuidada y no me dan ganas de ir”.
La preocupación de los mayores es la cantidad de horas que los chicos pasan frente a las pantallas (computadora, TV, etc.) que contribuyen al sedentarismo. La inseguridad también los ha alejado de las veredas, mientras que las agendas cargadas no les dejan mucho margen para el tiempo libre.
Miguel (37) estaba con sus dos hijos: “Esta plaza es otra cosa, muy distinta de lo que era, por eso los traemos un ratito. Es una distracción de la escuela”.
Marcelo (42), turista de San Juan, destacó justamente la seguridad que ofrecen los juegos de la plaza Sarmiento, especialmente para su hija de 3 años, fanática de los toboganes. “Yo vivo acá enfrente pero antes de los arreglos no venía, sólo pasaba”, contó Manuel (67), sentado cómodo debajo de un arbolito tomando unos mates con su amiga Adriana (66), vecina del mismo edificio. Ambos contaron que hace poco comenzaron a juntarse a charlar allí porque es algo que se disfruta.
Aseguraron que hoy se ven familias y chicos. "Yo descubrí un espacio para caminar alrededor de la plaza; es otra posibilidad que ofrece", dijo la mujer. Destacó que recientemente se ha puesto un cesto para poder separar la basura, algo que ya había visto en Maipú. "Eso es educar", destacó Manuel.
Antes, sólo tierra
Pese a ser un día de semana, el recientemente inaugurado paseo Nicolino Locche -en calle Perú de Ciudad- muestra una concurrida asistencia. Un señor pasea tranquilo a su perro, hay niños que corren, otros van en bici, algunos caminan fervorosos y el pasto hace de colchón a varios grupos de “mateadores” relajados.
"Esto era todo tierra, por donde pasaban las vías del tren. Tengo un negocio y allí estoy con mis dos hijas encerradas toda la tarde pero, desde que hicieron este lugar, comencé a traerlas a andar en bici y pasear para que salgan un poco. Incluso organizamos reuniones con las madres de la escuela”, contó Belén (37).
En el lugar también hay una cancha de fútbol cerrada que da turnos de manera gratuita. Los chicos allí reunidos, mientras esperaban su turno, dijeron que van todos los días y que les resulta muy cómodo.
Los gimnasios a cielo abierto (aparatos y clases) con espacio para caminar, han logrado atraer a muchas personas hacia la actividad. Algunos antes no hacían mucho, otros se trasladaron desde espacios alejados o cerrados para disfrutar del aire libre o, al estar más cerca de su casa, hacerlo con mayor asiduidad.
Lejos de allí, el Parque Metropolitano de Maipú, que ya tiene vida propia desde hace tiempo entre quienes hacen ejercicio y los asados, mates y reuniones que lo colman los fines de semana, sumó hace unos meses otra propuesta: una pista de skate que también usan con bicis. Ya antes de ser inaugurada generaba expectativa y ni bien se habilitó, se transformó en punto de encuentro de un amplio grupo de jóvenes seguidores de esta actividad. Sus paredes están llenas de grafittis y la respuesta de los chicos deja claro que era una instancia necesaria.
Apropiarse del espacio
Que estos lugares se colmen de paseantes, deportistas y visitantes, manifiesta que se está a gusto; dan ganas de volver. Así, la gente se apropia del espacio y por ese mismo motivo lo cuida, porque es un ámbito que favorece el contacto con el aire libre, la distensión y la actividad física. Pero además es el punto de encuentro con el otro, un espacio de sociabilización. Esto especialmente de los niños en los juegos, donde se encuentran para compartir y de alguna manera desdibujar las diferencias sociales.
“Vemos que el uso que hace el vecino de estos lugares ha ido creciendo, se ha apropiado”, señaló Pablo Espina, director de Deportes de Capital. Agregó que con esto también logran ganarle a la inseguridad, algo señalado por varios consultados. El caso de la plaza Sarmiento es uno de ellos: Manuel dijo que “antes no se podía estar” y ahora ve que la cierran a las 10 de la noche y cree que gracias a eso se conserva en buenas condiciones.
“La idea es que el espacio sea un lugar de ocupación del vecino donde se puedan trabajar, ademá,s actividades sobre valores”, señaló el funcionario.
Destacó también que la idea es proponer actividades para todas las edades y aprovechar esa oportunidad para que la comuna se ponga en contacto con el vecino y transmitir información: “Se inculcan valores como el respeto, pero creemos que en estos sectores se produce un acercamiento distinto porque el compartir lo hacemos desde las ganas de jugar, de divertirnos, de volvernos a encontrar en un ámbito donde no hay diferencias. Por eso cuando se hacen propuestas la idea no es la competencia sino una actividad cooperativa”.
Pertenencia social
Para el sociólogo Leandro Hidalgo, el distanciamiento entre la esfera pública y la privada es cada vez mayor. En tanto: "la reclusión, el ámbito de lo selecto y el status, delimitan las prácticas y los accesos diferenciados a los distintos ámbitos sociales".
Señaló que el espacio público debe y tiene que ser un ámbito de articulación y pertenencia social, con presencia de distintas perspectivas para el disfrute y para su apropiación. “Tenemos que poder garantizar el acceso a los mismos como lugar de pertenencia social , de procesos simbólicos, de lo múltiple. Cuanto más encerrados en pequeños islotes de experiencias privadas, menos fuerza, menos alternancia, menos cosmovisión de mundo se tendrá. La desigualdad también puede explicarse desde la ausencia, desde el lugar vacío del que la propia comunidad es expulsada”, analizó.