Voluntarios salen a buscar a menores descuidados por el Estado

La impotencia que generó en la sociedad mendocina la muerte de Luciana Rodríguez de tres años, víctima del maltrato infantil, fue el puntapié inicial para que la ONG Voluntarios en Red creara un programa destinado a identificar acciones de riesgo que afecten a los chicos.

Se trata de "Abrazame Ahora", una iniciativa que cuenta con un equipo interdisciplinario especializado en la prevención del maltrato infanto-juvenil y defensa de los derechos del niño, para asesorar y concientizar a la población sobre esta problemática instalada.

"Con el programa queremos generar un compromiso de la sociedad en su conjunto", asegura Marcela, una de las coordinadoras del proyecto. "Si bien creo que la gota que rebalsó el vaso fue lo que pasó con Luciana, queremos llevarlo más allá y que la gente se comprometa a denunciar casos y sobre todo a aquellos que tienen la responsabilidad de hacer que las cosas se cumplan y no lo hacen", relató.

Este programa surgió en la ONG que preside Hugo Fiorens a raíz de las denuncias que recibieron -y continuarán recibiendo a través de la página de Facebook "Abrazame Ahora"- de efectores, trabajadores sociales, médicos, enfermeros, docentes, que han detectado y notificado situaciones irregulares sin respuesta.

"Lo que queremos hacer es informar cuál es el procedimiento que tienen que seguir cuando se descubre un caso de maltrato porque muchas personas no saben cómo actuar", explicó Roxana, quien aclaró que siempre mantendrán la confidencialidad de quienes les hagan llegar información ya sea sobre maltrato infantil, mal ejercicio de las labores de funcionario público y/o incumplimiento de los derechos del niño y adolescente.

Además de la concientización, su objetivo a largo plazo será tratar de cambiar algunas leyes que no colaboran en el cuidado de los menores."Uno de los grandes proyectos es que nuestra propuesta llegue al poder legislativo y se pueda hacer algo", destacó la joven.

Denuncias irresueltas

Al tomar conocimiento de la iniciativa de este programa, docentes y trabajadoras sociales de distintos puntos de la provincia se pusieron en contacto con las coordinadoras y enumeraron una serie de denuncias que realizaron hace tiempo y no recibieron solución.

Una de ellas se trata de una nena de siete años de Maipú que actualmente está internada en el Hospital Notti por haber sido abusada y contagiada de una enfermedad de transmisión sexual.
 
"Desde 2011 venimos insistiendo en que la mamá de la nena, que tiene seis hijos más, no está capacitada y no demostraba interés por el cuidado de sus hijos, pero nunca nos escucharon", contó Patricia Frías docente y responsable de un programa socioeducativo que depende de la Municipalidad maipucina.

"Ahora resulta que antes de las fiestas la niña fue víctima de abuso. Recién la semana pasada mostró molestias y la mamá la llevó al centro de salud, de ahí la derivaron al Notti donde le informaron que la chiquita contrajo una enfermedad de transmisión sexual", detalló la mujer que además de la denuncia en la OAL (órgano administrativos local) le mandó notas al gobernador, a Guillermo Elizalde, ex ministro de Desarrollo Social, en la DGE, entre otros.

"Se podría haber prevenido porque había mucha gente interesada en ella y en sus hermanitos", expuso con dolor.

Según informó la docente, el caso está actualmente en manos del Grupo de Alto Riesgo que depende del Ministerio de Salud."Se está investigando quién fue el abusador que puede haber sido el padrastro, el abuelastro o un vecino porque la mamá se va y los deja solos", sentenció.

Alicia Guevara, responsable de Trabajo Social en un gabinete escolar en el Campo Papa, ha realizado denuncias en reiteradas oportunidades y siempre ha encontrado trabas.

"Desde mi lugar he salteado pasos porque la Dinaf y el OAL no funcionan. He tenido casos muy complejos en la escuela Pirovano y no han actuado como corresponde", señaló la profesional que para realizar notificar nuevos hechos utiliza un nombre falso porque "he denunciado tantas veces que ya no me quieren atender".

Claudia Montero, trabajadora social, vivió en carne propia la desidia institucional."Pasé por una situación terrible y el sistema me abofeteó. Tenemos una legislación de fondo muy buena, pero las leyes procedimentales no son los tiempos de los niños", indicó.

Ella fue maltratada por su pareja durante 23 años y tuvo que irse de su casa para poner a salvo su vida. "Me la banqué sola con mis hijos y tuve problemas con el menor que se quedó con el padre y ahí empezó mi peregrinación por la Dinaf de Maipú donde nunca hicieron absolutamente nada", recordó Selva Tusoli, parte de Padres Preventores de Voluntarios en Red, contó que denunció hasta el cansancio a una señora pellizcando a un niño en la calle.

"Llamé al 102, me mandaron a Capital, hablé con la gente y me dijeron que se iban a hacer cargo, pero los chicos siguen ahí tirados en la calle y abandonados", afirmó.

En varios casos las denunciantes narraron que por realizar los reclamos correspondientes recibieron amenazas, "reprimendas" y pusieron en riesgo su fuentes laborales.

Ellas manifestaron estar comprometidas en trabajar y hacer lo que sea necesario para que el sistema cambie.