Jóvenes de 5 países llegaron a Mendoza para hacer un voluntariado social

Contar con vivencias ligadas a su futura profesión en un contexto distinto, pero por sobre todo convencidos de que la única forma de cambiar el mundo es aportando con pequeñas actitudes, un grupo de voluntarios extranjeros de 5 países se encuentra en Mendoza, en el marco de un programa con fines solidarios que lleva adelante Aiesec, una asociación internacional sin fines de lucro destinada a promover el intercambio entre jóvenes estudiantes universitarios de diferentes países.

Con el objetivo de compartir el balance que han logrado hasta ahora desde que llegaron a nuestra provincia hace unas semanas, cinco de los más de 30 jóvenes de Brasil, Chile, México, Perú y Costa Rica que se encuentran realizando diferentes actividades en organizaciones civiles de la provincia compartieron con Los Andes lo vivido hasta ahora.

En todos los casos, la idea de adquirir nuevas experiencias fuera de su país natal, enriquecerse al conocer la cultura Argentina y hablar otro idioma o simplemente acercarse a otras realidades para luego volcar su conocimiento a su entorno inmediato, son algunos de los motivos que destacan Ana Aranovich (19), Juliane Bernini (21), Italo Igor (23), Raniere Teixieira Pinto (24) y Zeca Lemos (29).

Celeste Quiroga (24) es la referente mendocina que ha recibido en su hogar a tres de los chicos, todos oriundos de diferentes ciudades de Brasil. Ella es referente de Aiesec en Mendoza.

Explica que la entidad -que existe en Mendoza desde 2008- está presente en 128 países y en 18 provincias argentinas. El nombre de la organización responde a las siglas de la Asociación Internacional de Estudiantes de Ciencias Económicas y Contables. "Pero con el tiempo comenzaron a participar estudiantes de todas las carreras, por eso la sigla ahora quedó como el nombre de la asociación", explica Celeste y detalla que el objetivo de la entidad es promover una plataforma "hecha por jóvenes y destinada a jóvenes dispuestos a ayudar a los demás".

Justamente, ésa es la causa que trajo a estas tierras a Ana. Dice que ya está enamorada de Mendoza y que la experiencia que ha logrado como voluntaria en un país que no es el suyo la ha enriquecido como persona. “He notado que la calidad de vida aquí es muy buena pero los chicos necesitan poder ver ésas oportunidades. Tienen parques y plazas pero no los disfrutan, tienen una escuela gratuita pero no la valoran. Se nota que necesitan más apoyo y contención para salir adelante”, expresa Ana en un español bastante claro.

En su caso, el voluntariado por seis semanas tiene como destino la Asociación Inmensa Esperanza, una organización que trabaja con niños y niñas de los barrios más vulnerables ubicados en la zona conocida como "Triple Frontera", ubicada en el límite entre los departamentos de Godoy Cruz, Luján de Cuyo y Maipú. Su rol allí es el de prestar apoyo educativo a los  chicos a los que asiste la entidad. "Necesitan mucha atención y afecto; hay chicos con problemas de adicciones y desnutrición", advierte Ana.

El otro proyecto educativo es en el que participa Italo. Él por estos días forma parte del equipo de voluntarios que trabaja en el comedor comunitario "Los Peques", ubicado en el barrio La Favorita y donde las carencias de la población se han agudizado con el tiempo.

Desde la experiencia del joven brasilero, la violencia es un mal que ellos buscan erradicar, enseñando a los niños, niñas y adolescentes que allí asisten herramientas para resolver las dificultades de maneras más efectivas. “De a poco vamos logrando cambiar eso; para eso hemos creado un espacio de reflexión y acompañamiento donde también les contamos aspectos de la cultura de Brasil”, detalla el joven.

Pero dentro del abanico de  oportunidades para colaborar, los destinos son variados. Raniere, por ejemplo, es el encargado de organizar todos los detalles comunicacionales que salen desde el proyecto Generando Puentes, destinado a recaudar fondos para fines sociales.

Él es el encargado de buscar contactos, conseguir donaciones, crear páginas web, generar vínculos con el sector privado y perfiles en las redes para que la entidad tenga más llegada a la población.

Zeca, por su parte, es quien lleva adelante la tarea de difundir en las redes sociales las actividades que realizan la Asociación de Payamédicos con los voluntarios que trabajan en la unidad mendocina. "Es un gran oportunidad para crecer profesionalmente, es un desafío que tomás al estar en un país desconocido", destaca el joven de Brasil.

Desde el punto de vista de Ana, cada vivencia llama a la reflexión: “Nos preguntan porqué estamos acá en lugar de ayudar en nuestro país. Y la respuesta es que en realidad el estar en una país diferente al que ya conocés que ayuda a observar otras realidades, a abrir los ojos. Es estar inmerso en un círculo de buenas acciones y eso es muy positivo”, destaca la joven nacida en Santa Catalina, Florianópolis.

Para recaudar fondos para su causa, la chica ha organizado una feria de platos típicos de Brasil, que podrá visitarse hoy desde las 20 en la Plaza Independencia.