Arranca un nuevo año electoral y el mercado local repleto de desafíos y factores que generan un mayor grado de incertidumbre. Dicho mayor grado de incertidumbres hace que el riesgo pais se desplace al alza, el cual alcanzo máximos en toda la era Macri. Para los inversores el acto electoral es clave a la hora de explicar el mayor grado de incertidumbre, aunque también juegan las dudas respecto del nivel de actividad, del financiamiento que necesitará Argentina hacia adelante y de las cuestiones internacionales, como la suba de tasas de la Fed y la guerra comercial entre China y Estados Unidos.
Ahora bien, si nos abstraemos exclusivamente al factor electoral, podemos preguntarnos ¿cómo evolucionan las acciones argentinas durante un proceso electoral, tanto para presidenciales como para legislativas?
Desde 1993 a la fecha, los argentinos votaron 13 veces de los cuales, 6 votaciones fueron presidenciales y 7 legislativas. Es decir, en 2015 hubo elecciones presidenciales en las que ganó Cambiemos. Antes en el tiempo, en 2011 y 2007 hubo elecciones presidenciales en las que Cristinta Kirchner se consagró como presidenta, y en 2003 Néstor Kirchner ganó las elecciones presidenciales luego de la mayor crisis económica argentina de los últimos tiempos. En 1999, De la Rúa le ganó las elecciones a Menem que había ganado las elecciones en 1995.
Este año habrá una nueva elección presidencial y para sorpresa de muchos, este debería ser un buen dato ya que el 66,6% de los últimos 6 años electorales, el Merval en dólares tiende a subir. En promedio, la suba evidenciada por cada año electoral es del 43%. Sin embargo, el promedio anual es abultado ya que se incorpora un año particular que fue el de 2003 en el que la Bolsa local ganó un 132%, momento en que Argentina transitaba la salida de la crisis económica en 2001 y 2002. Si dejamos de lado dicho valor “anormal”, el promedio de suba es de 13,75%. Por su parte, dos de los seis años electorales el Merval en dólares mostró un descenso, cayendo un 23,85% en promedio.
Ahora bien, cuando las elecciones son legislativas, la Bolsa local en dólares tiende a subir el 85% de dichos años, arrojando un 39% de suba anual en promedio.
Por otro lado, se suele sostener que en cada año electoral, la volatilidad del Merval tiende a subir. Este dicho condice con la realidad. Por ejemplo, la volatilidad en el primer semestre de 2015 se desplomó un 60% mientras que, en el segundo semestre (más cercano a la definición electoral) la volatilidad subió 375%. En las elecciones de 2011 hubo un patrón similar en el cual, el primer semestre del año la volatilidad cayó un 30% y luego subió un 310% durante el tercer trimestre, finalizando el 2011 con un nivel de volatilidad 50% por encima de que había iniciado el año. Otro elemento que une a ambas elecciones que en las dos, el Merval en dólares terminó en rojo, con una caída de 35% en 2011 y 10,35% en 2015.
Por su parte, el 2007 fue un año en el cual el mercado mundial se preparaba para sufrir una de las crisis económicas globales más importantes de los últimos años y el Merval en dólares apenas subió un 0,5% y en términos de volatilidad, el mercado local cerró con un nivel del 30% mayor al que había iniciado, registrando picos de 200% en el segundo semestre.
Si bien no hay un patrón exacto para cada año, el contexto de mayor volatilidad y de dispersión de rendimientos mencionados, así como un mayor grado de incertidumbre por parte de los inversores se repite en el resto de los años electorales presidenciales en 2003, 1999 y 1995.
En concreto, vemos que en años de elecciones, el Merval en dólares tiende a evidenciar resultados positivos. De todos modos, vale la pena aclarar que mucho depende, naturalmente del contexto internacional y ese será un factor clave a vigilar este año.
Si bien no se puede asegurar que el rendimiento del Merval vaya a ser positivo este año, la historia sirve para poder reducir cierto grado de incertidumbre. Aun así, el resultado de las elecciones definirá si finalmente el año será bueno o malo para las acciones locales.