El presidente ruso Vladimir Putin obtendría un cuarto mandato el domingo, que lo dejaría en el poder hasta 2024, al cabo de una campaña sin suspenso en la que se buscó ante todo garantizar una participación satisfactoria en medio de un clima de extrema tensión con Occidente.
Las sanciones británicas en reacción al envenenamiento del ex doble agente Serguéi Skripal en Inglaterra reforzaron la impresión de una nueva Guerra Fría desde el regreso al poder de Putin en 2012, con el conflicto en Siria, la crisis en Ucrania y la acusación de injerencia en la presidencial estadounidense.
Mientras que en Londres la primera ministra Theresa May estimaba "trágica" la "vía" tomada por el presidente ruso, Putin terminaba su campaña con una visita a Crimea, península ucraniana que el domingo participará en la elección presidencial rusa por primera vez desde su anexión hace cuatro años.
“Con esa decisión restablecieron la justicia histórica, interrumpida en la época soviética”, declaró el miércoles Putin ante partidarios en Sebastopol. “Mostraron al mundo entero lo que es una verdadera y no una falsa democracia”.
Putin, con 65 años de los cuales 18 como presidente o primer ministro, suma el periodo más largo en el poder de un dirigente ruso desde Stalin. El presidente se prepara para un cuarto mandato.
Desde la península de Kamtchatka al este hasta el enclave de Kaliningrado al oeste, los 107 millones de electores del inmenso país con once husos horarios comenzarán a votar a las 8 locales, esto es para los primeros colegios electorales al este el sábado a las 17 hora argentina y los últimos al oeste el domingo a las 15 argentina.