Tras más de 19 horas de debate, Diputados aprobó el acuerdo con los holdouts

La propuesta fue avalada por 165 votos positivos del oficialismo, el Frente Renovador, el bloque Justicialista y los interbloques

Tras más de 19 horas de debate, Diputados aprobó el acuerdo con los holdouts

La Cámara de Diputados dio media sanción al proyecto de ley que habilita al Gobierno a pagarle a los holdouts. El oficialismo obtuvo, gracias al apoyo de buena parte de la oposición, 165 votos positivos, contra los 86 que juntó el Frente para la Victoria (FpV) y la izquierda. 

La sorpresa la dieron tres diputados de Misiones, entre ellos el ex gobernador Maurice Closs, y la tucumana Miriam Gallardo, que responde al gobernador Juan Manzur, que decidieron apoyar la ley del Gobierno y rompieron la disciplina del bloque K. A ellos se sumó el cordobés Ramón Bernabey, quien ayer se fue del FpV y armó un monobloque.

La iniciativa será girada inmediatamente al Senado ya que esta tarde asistirá a la Cámara Alta el equipo del Ministerio de Hacienda y Finanzas que negoció con los fondos buitre.

La norma enviada por el Ejecutivo recibió importantes modificaciones consensuadas entre oficialistas y opositores dialoguistas. Entre ellas, garantías para que los embargos que pesan sobre la Argentina queden firmes antes de que se les pague a los buitres y topes para la emisión de los bonos con los cuales se buscarán las divisas para pagarles a los holdouts.

Chicanas y acusaciones

La sesión comenzó ayer a las 12.25 y demandó un debate que superó las 20 horas. Durante la madrugada, los discursos de oficialistas como Elisa Carrió o el radical Alejandro Echegaray encendieron la maratónica sesión con acusaciones alto voltaje político. Desde la oposición, Juliana Di Tullio o el también kirchnerista Andrés “Cuervo” Larroque no se quedaron atrás.

“Néstor Kirchner le pagó cash al Fondo Monetario y se endeudó con la Anses. ¿Y dicen ser patriotas! ¿Dónde está la patria señores?”, bramó la líder de la Coalición Cívica. Di Tullio, ex jefa de la bancada K, salió rápidamente al cruce. “Una diputada no sabe dónde está la patria. La patria está en la Argentina, no está en el norte del continente”, dijo. Además, sostuvo que el acuerdo con los fondos buitre “es un papelón internacional” porque Argentina impulsó los principios de la reestructuración de la deuda soberana en la ONU y recibió apoyo de casi todo el globo, pero el gobierno de Macri “fue el primero en incumplirlos”.

El radical Echegaray aseguró que los “buitres internos” son aquellos “que cuentan los billetes o que hacen negocios con el dólar a futuro”. El porteño camporista Larroque cruzó a los radicales: “¿Un ministerio y dos secretarías son suficientes para entregar las banderas de Hipólito Yrigoyen? ¡Qué vergüenza!”, sostuvo.

Máximo Kirchner prefirió no entrar en controversias y ensayó su primer discurso como diputado apelando a “la humildad” ya que “sé lo difícil que es gobernar”. El hijo de los ex presidentes Néstor y Cristina Kirchner recordó que su padre recibió el país en “condiciones infinitamente peores” a las que su madre le dejó a Macri.

El santacruceño líder de La Cámpora planteó también críticas: “La negativa a acompañar no se trata de una postura, es mucho más profundo. El presidente pidió que le marcáramos los errores y nosotros entendemos que esto es un error. Lo que estamos pidiendo es que vayan y negocien mejor. Que no haya tanto apuro, que no cedan tan fácil a la extorsión”, planteó. Al final dejó un palo para Carrió: “Critican porque pagamos al FMI pero no a quiénes contrajeron esa deuda”.

La puja en el peronismo

Pero el cierre del debate quedó en manos de los presidentes de las principales bancadas. El titular del bloque Justicialista, escindido del FpV, Oscar Romero, subió la tensión porque decidió responder las acusaciones vertidas por el kirchnerismo a su sector. “Cada uno de este bloque tiene familia. Exigimos respeto. Acá se habló de miedo, se utilizó la palabra vergüenza, de la Banelco, de extorsión”, se quejó.

Arremetió: “Vergüenza es que publiquen el teléfono de todos los integrantes de este bloque o las fotos de nuestras casas. Que hagan pública la foto del jardín de las hijas de un diputado. Vergüenza es ver que una diputada de ese bloque nos saque fotos para ver si nos sentábamos”.

Pero Romero no se quedó ahí y desnudó las enormes tensiones que hoy se viven en el peronismo. “El ladrón piensa que todos son de su condición. No nos van a encontrar en una financiera contando plata. Dicen que hay extorsión a los gobernadores, se los trata como si fueran mendigos. La verdad es que cuando uno llega a la responsabilidad de administrar una provincia, se merece todo el respeto. Cada uno sabe las responsabilidades que tenemos. Cuando votemos, vamos a asumirla. No nos vengan a correr con la calle. Yo también la camino. Si quieren pongan una esquina y nos encontramos”, finalizó desafiante en lo que se entendió como una invitación a la violencia.

Desde delasotismo, Claudia Rucci prefirió cargar las tintas sobre la administración de la deuda que hizo el kirchnerismo. “Nos quieren enseñar a manejar los que chocaron muchas veces el auto”, lanzó. Su compañera de interbloque, Graciela Camaño, defendió el apoyo al proyecto. “Lo que estamos haciendo hoy es sacando a la Argentina del Veraz. Estamos pagando un juicio que perdimos, ninguna suspicacia más. Nosotros no nos compramos el discurso de patria o buitres pero tampoco el discurso de Cambiemos de esto o el abismo”, aclaró.

El kirchnerista Héctor Recalde cuestionó la inseguridad jurídica que conlleva el proyecto de ley. “El Procurador del Tesoro se declaró incompetente. Nadie desconoce que existe un riesgo potencial muy grande de nuevos litigios”, sostuvo el diputado del FpV. A diferencia de otras intervenciones de miembros de sus bancadas, Recalde prefirió bajar el voltaje del debate y se concentró en los aspectos técnicos. “El posicionamiento en estado de necesidad debilitó la capacidad negociadora”, sostuvo.

La última voz fue la del radical cordobés Mario Negri, titular del interbloque oficialista. “Nosotros no venimos a sacarnos las ganas con los discursos. Queremos, sin ser dueños de la verdad, hacer un aporte para resolver un gran problema que tiene el país desde hace 14 años y que nos llevó en 2014, aunque nos cueste admitirlo, a un nuevo default”. “Un grupo de usureros y de carroñeros sitió a la Argentina judicial y financieramente”, agregó.

“Sería una necedad si no digo que siento una enorme satisfacción porque el consenso es posible. Este dictamen tiene 19 artículos y 11 de ellos sufrieron modificaciones. Se extremaron las medidas para salvaguardar los intereses del país”, explicó.

“Hemos incorporado la necesidad de que acá no sale un mango hasta que no se consolide la sentencia de que se levantarán los embargos. Se incorporó una comisión de seguimiento pero no trucha, no por seis meses. El kirchnerismo vino tres veces al Congreso en 12 años para hablar de la deuda. ¿Saben cuántos errores se hubieran evitado si en vez de bajar con manos de yeso hubieran aceptado recomendaciones? Por ejemplo el Memorando con Irán, que hoy la Argentina sigue pagando”, lanzó el radical y devolvió la confrontación con el kirchnerismo al centro del debate.

"No son el Che Guevara. Son Isidoro Cañones despilfarrando el dinero de los argentinos", terminó Negri, lo que motivó aplausos oficialistas y enardeció a los kirchneristas.

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