El Senado aprobó esta noche el pedido de allanamientos del juez Claudio Bonadio a tres casas de la expresidenta Cristina Kirchner, sin tener en cuenta las condiciones que había requerido ayer para admitir las inspecciones.
Según pudo averiguar Los Andes, Bonadio tenía previsto efectuar de manera inmediata los allanamientos a las casas de la senadora del FPV en Recoleta, Río Gallegos y El Calafate.
El magistrado la investiga en el marco de la causa de los cuadernos, el escándalo desatado hace veinte días por supuestas coimas de empresarios a funcionarios kirchneristas.
La aprobación de los allanamientos se produjo al cabo de un debate de seis horas, que tuvo como momento sobresaliente a los discursos de la propia Cristina Kirchner y del jefe del bloque Justicialista, Miguel Pichetto, quiénes cruzaron indirectas y expusieron así la interna opositora.
Como antesala, en una carta a los distintos bloques del Senado difundida el martes, CFK se declaró dispuesta a que se allanaran sus domicilios de Buenos Aires, Río Gallegos y El Calafate, estos dos últimos en el sur del país, aunque pidió que se prohíba la presencia de cámaras durante los procedimientos.
También solicitó la presencia de sus abogados y un senador durante los allanamientos. Esos pedidos, especialmente el de impedir la divulgación de imágenes, fue apoyado por varios congresistas con el argumento del resguardo de la intimidad.
Kirchner "merece respeto. Allanen, busquen las pruebas, pero con respeto. Respeten la dignidad humana", enfatizó el senador Adolfo Rodríguez Saá, de la Unidad Justicialista (peronista).
Sin embargo, una moción específica para garantizar esas condiciones no tuvo la aprobación de la mayoría de los senadores, que consideró que la propia justicia asegurará el buen procedimiento.
Al anochecer, algunos de sus partidarios se congregaron a las puertas del edificio donde vive la expresidenta en Buenos Aires, para expresarle su apoyo. "Cristina es del pueblo y no la toca nadie", gritaban.
El martes, miles de personas se habían manifestado frente al Congreso, horas antes del debate parlamentario, para reclamar la autorización de los allanamientos y que se levante la inmunidad parlamentaria a la senadora. "íCárcel a Cristina!", "íque devuelvan la plata!", fueron algunas de las consignas de los manifestantes.
Cristina es la persona de más alto rango involucrada en el escándalo conocido como "los cuadernos de la corrupción"
, que indaga presuntos sobornos de importantes empresarios entre 2005 y 2015 para obtener contratos de obra pública. Según los cálculos iniciales, la trama de sobornos podría implicar alrededor de 160 millones de dólares.
La causa judicial se inició hace un mes sobre la base de apuntes tomados por un exchofer del ministerio de Planificación, Oscar Centeno, quien supuestamente hizo durante esos diez años recorridos por Buenos Aires para llevar y traer bolsos cargados de millones de dólares.
El departamento de Kirchner en Buenos Aires, así como la residencia presidencial de Olivos y la Casa Rosada, sede del gobierno, figuran en esos cuadernos como puntos de entrega de los bolsos.
El juez busca pistas sobre dónde podría haber quedado el dinero, que habría sido recibido siempre en efectivo.
A los apuntes del chofer se sumaron luego las confesiones de varios empresarios detenidos que decidieron acogerse ante la justicia a la figura del arrepentido, y más recientemente dos exfuncionarios de los gobiernos de Néstor (2003-2007) y Cristina Kirchner.
Además de esta causa, Cristina Kirchner enfrenta otros cinco procesos judiciales por supuesto enriquecimiento ilícito y por encubrimiento a iraníes acusados del atentado a la mutual judía AMIA en 1994 que provocó 85 muertos y 300 heridos.