Hoy la esquina de San Martín y Garibaldi me encuentra trabajando en el puesto de libros y discos denominado “Proyecto Cultural”, de Osvaldo Rodríguez. Aquí se pueden conseguir obras literarias y musicales mendocinas únicas, pero desde chico estuve ligado a esta esquina del Centro, como vecino, como trabajador y en principio como pibe que no hacía otra cosa que juntarme con mis amigos en esta zona, allá por el año 1964.
Recuerdo que este era un paso obligado cuando íbamos rumbo a la antigua Feria, situada donde ahora está ubicada la Terminal de Ómnibus. La confitería Gran Bahía era el punto de reunión ideal. Allí se hablaba de política y deportes, aunque no con los problemas de ahora. No había falta de trabajo, el que quería obtener un empleo lo lograba, con o sin estudios previos.
También recuerdo el festejo cuando Argentina se consagró campeón en el Mundial ’78; esto era un mundo de gente, todos muy alegres, y lo mismo pasó cuando con Maradona ganamos en México ‘86. Hace poco me conmovió mucho una manifestación de la comunidad huarpe, y veo que todos tienen su espacio de expresión en San Martín y Peatonal y casi todos los días alguien se manifiesta allí.
Ahora hace tres años que estoy en el puesto de libros y discos y he visto de todo: desde lo negativo, como la inseguridad, hasta el marcado interés de los propios mendocinos por conocer sus raíces. Lo notamos aquí en el puesto cuando, además de los turistas, llegan los mismos mendocinos a preguntar por libros de la historia de Mendoza o discos de Hilario Cuadros, Antonio Tormo y Ernesto Villavicencio.