Vivir Jamaica en aldeas con su gente

La idea es conocer el país interactuando con el ecosistema, las comunidades y conocer más de la cultura loca.

Vivir Jamaica en aldeas con su gente

Un turismo interactivo y experiencial es el que parece marcar tendencia por estos días en el mundo. Mutando de las simples vacaciones con la meta de lanzarse al sol, la idea ahora es interactuar con el ecosistema, las comunidades y empaparse de la cultura local. A tono con esas prerrogativas y en consonancia con el objetivo de desarrollar un sector turístico inclusivo, que involucre y extienda los beneficios hacia los habitantes, Jamaica está dando un fuerte impulso al turismo comunitario.

Un ejemplo es Cockpit Country Adventure Tours un grupo de eco turismo que aprovecha los recursos de la agreste región de Cockpit Country para ofrecer tours guiados, que generan ingresos para las comunidades locales y contribuyen a la conservación de la biodiversidad de la zona.

El área montañosa con empinadas colinas y profundos valles, cuenta con extensas cuevas de piedra caliza, acantilados, ríos subterráneos y cataratas, colinas en forma de cono y tanto más... Entre tanto hay pronunciadas depresiones causadas por el escurrimiento de cientos de ríos y arroyos. Es un paraíso para los amantes de la naturaleza y el sueño de cualquier fotógrafo.

Situado a menos de una hora de las playas de arena blanca de la costa norte de Jamaica Cockpit Country abarca Trelawny Parish y Santa Isabel Parish y está entrecruzada con cientos de rutas de senderismo, hogar de plantas exóticas, aves y reptiles, muchos de los cuales no se encuentran en ningún otro lugar del mundo.También es el sitio de algunos de los mejores circuitos de espeleología en el Caribe.

Pero vamos por partes. Resulta que este paradisíaco lugar fue el escondite de los esclavos que se escapaban de los británicos. También de los que luchaban por la Independencia de su isla. Parte de la descendencia es la comunidad Maroon a cuyos miembros se los encuentra en Accompong en la parroquia de Santa Isabel.

Aquí está la posibilidad de alojarse con una familia local y experimentar el estilo de vida rústica del campo jamaiquino. Entonces ir al río con los niños, a la granja familiar para aprender el cultivo de ñame, ayudar a preparar la comida o tomar algo en un bar local, con los juegos de dominó en las mesas, el pasatiempo favorito de la isla. Se puede seleccionar entre una amplia variedad de alojamientos: desde los hogares que tienen la ventaja de tener agua corriente, cable y aire acondicionado hasta otros muy rústicos en los que hay que ir a buscar su propia agua, el baño es exterior y cocinan sobre un fuego de madera en el piso, aspectos de la vida cotidiana.

Hacia las profundidades, el tour espeleológico trae muchas sorpresas, como bajar a la oscuridad a modo de mineros, observar las formaciones y más tarde encontrar los cursos de agua subterráneos, incluso nadar en ellos en las aguas más puras que jamás haya imaginado.(www.facebook.com/CCATJm/) (http://jsif.gttwl2.com/offer/cockpit-country).

Por su parte, las comunidades de Treasure Beach en la costa sur de Jamaica ofrecen al viajero múltiples oportunidades para disfrutar el ambiente, conocer sobre la historia de la isla y experimentar su vibrante cultura a través de su gente. La Fundación Breds Treasure Beach organiza diversas actividades que incluyen: tours de ciclismo con visitas a granjas locales, visitas nocturnas a playas para apoyar la conservación de las tortugas; paseos en botes y avistamiento de delfines, con una parada en el Pelican Bar, en medio del mar; y eventos anuales, como el Triatlón Jakes a campo traviesa, en abril, o el torneo de pesca de caña y anzuelo de Treasure Beach, en octubre.

La comunidad también organiza ferias de artesanías, carreras de caminata, limpieza de playas, noches de bingo y shows de talentos. Todo sucede entre calas privadas y costas de ensueño, donde el ambiente invita a frenar los relojes y a disfrutar. Treasure Beach se compone de cuatro calas y sus aldeas: Bahía de Billy, la bahía del Francés, Calabash Bay y Gran Pedro Bay. Entre tanto pequeños restaurantes y tiendas a lo largo de poco más de 1,5 kilómetro. Allí la auténtica cocina de Jamaica como sus pobladores, son amables, tanto que se puede contratar a alguno para que a modo de guía lo lleve a los baños de Milk River, o poco Ochie. Otra opción es tomar alguna embarcación por el río Negro, y terminar el día en el famoso Pelican Bar, al que sólo se accede por agua.(www.treasurebeach.net) (http://jsif.gttwl2.com/offer/treasure-beach).

Otra alternativa es la Aldea Rastafari en las afueras de Montego Bay. Ofrece a los visitantes la oportunidad de experimentar el estilo de vida rastafari durante tours guiados de un día o medio día; una forma única y vinculante para aprender de este pueblo y sus valores de igualdad, vida saludable y conexión con la naturaleza. La idea es embeberse de este centro cultural vivo en el que se puede apreciar cómo se fabrican tambores a mano, utilizando las técnicas que se han transmitido de generación en generación. Se puede visitar un jardín de hierbas y vegetales orgánicos y aprender más acerca de por qué los rastafaris eligen seguir una dieta vegetariana, y cuáles son sus beneficios. A continuación, puede tener una comida con ellos y luego comprar alguna de las artesanías tradicionales y joyería. El recorrido concluye con una actuación de tambores tradicionales y el canto en el centro del pueblo. (www.rastavillage.com) (http://jsif.gttwl2.com/rastafari-indigenous-village) 

Otras experiencias

La aldea cimarrona de Charles Town en las laderas de las Montañas Azules, ofrece la oportunidad de conocer sobre la historia y cultura de los cimarrones de Jamaica, que son los esclavos que escapaban de las haciendas y los que lucharon por la independencia. La visita educativa incluye un tour guiado al Museo Cimarrón, un almuerzo típico y la participación en una ceremonia de bailes y tambores tradicionales.(www.maroons-jamaica.com) (http://jsif.gttwl2.com/offer/charles-town-maroon)

El Ambassabeth Eco-Lodge  en el corazón de las Montañas Azules, es un santuario de serenidad y belleza, con una increíble vista al Valle del Río Grande. Este conjunto de 12 cabañas de madera puede alojar hasta 30 personas. Los guías locales coordinan paquetes que incluyen caminatas para la observación de la flora y fauna endémicas, presentaciones culturales de música y baile, visitas a los cultivos, baños en el río y la exquisita comida tradicional.

(ambassabethecolodge.com) (http://jsif.gttwl2.com/offer/ambassabeth-eco-lodge).

El área recreativa Holywell es un retiro de montaña a 1.000 metros sobre el nivel del mar en el frío bosque nuboso del Parque Nacional Montañas Azules y John Crow. Los guardaparques ofrecen variedad de tours guiados, incluyendo observación de aves, visitas a fincas de café y paseos educativos.

Cuenta con encantadoras cabañas rústicas totalmente equipadas para quienes deseen pasar la noche o el fin de semana. Los visitantes tienen también la opción de acampar en los terrenos del parque o alquilar tiendas de campaña.

(www.blueandjohncrowmountains.org/sustainable-tourism/national-park-recreation-areas/holywell.html) (http://jsif.gttwl2.com/offer/holywell-recreation-area)

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