La actriz pasea su impronta de sensual versatilidad en distintos espacios. Así puede interpretar a una villana como la que incorporó recientemente la tira "Los ricos no piden permiso" (aquí por Canal 7 a las 23), a una especie de mujer fatal con problemas de relación con la comida en la obra teatral "Tres", u oficiar de musa en películas de terror para afirmar que "me interesan las creaciones de género, un encuadre que te da una impunidad especial para largarte a jugar".
Tiempo de revancha
"Los ricos..." es un culebrón con todas las de la ley: lucha de clases, traiciones y amores eternos. "Mi personaje -cuenta Saccone- se llama Laura Fardón y resulta una mala muy especial, tiene una revancha pendiente y llega para recuperar lo que siente suyo. No importa si de verdad le corresponde, ella lo cree así y va detrás, una clave bien de género que disfruto mucho".
Laura ingresa a la trama para "generar conflictos sentimentales, viene a triangular los amores existentes", sonríe intrigante, ya que su criatura vuelve de la muerte decidida a separar a la maestra Julia (Araceli González) de Antonio (Juan Darthés), el hermano mayor de los millonarios Villalba.
Saccone encarna en la tira a la esposa de Darthés, madre de su hija, supuestamente fallecida en un accidente hace algunos años, a quien habían enterrado en el cementerio del pueblo. Aunque esta extraña dama parece más interesada en conquistar a Lisandro (Raúl Taibo), con quien vivió un importante romance en paralelo a su matrimonio.
Fatal y risueña
Bella a sus 48 años y dueña de una sonrisa capaz de reflejar su sentido del humor, Saccone se muestra espontánea durante la charla, aunque atenta a cada reacción del interlocutor. Parece pendiente de lo que sucede en la sala, a una hora de comenzar la función de "Tres", la comedia teatral escrita por el español Juan Carlos Rubio, donde comparte escenario con Patricia Etchegoyen, Silvina Bosco y Santiago Caamaño, dirigidos por Corina Fiorillo.
"Tres" narra el encuentro de tres ex compañeras de la escuela secundaria, todas cuarentonas largas, quienes deciden estrenar su rol de madres con el mismo hombre, con ritmo sostenido y un giro capaz de correr al espectador del lugar de comodidad, destino signado por algunas propuestas del circuito comercial.
Saccone compone a una ex chica con problemas de peso devenida en femme fatale, sin amor estable ni hijo, un rol que le permite sacar a relucir una veta desopilante, "una oportunidad de generar risas y mostrarme diferente, lejos de los textos dramáticos habituales".
Con "Tres" piensan iniciar en junio una gira nacional que arrancarán en Córdoba.
-Sos una actriz de vasto recorrido en tiras. ¿Extrañabas el melodrama?
-Claro que sí, me di cuenta de cuántas ganas tenía de volver cuando empecé a grabar. No tengo problemas con los tiempos de la telenovela, donde pueden ser jornadas de más de diez horas, me adapto enseguida al ritmo porque lo vengo transitando desde "Clave de Sol" (1988). En el equipo de El Trece me conocen hasta los técnicos (risas).
-Tu amplio CV en villanas, ¿cómo incide al estrenar una nueva criatura inescrupulosa en tevé?
-Las malas me dieron mucho, me gusta más interpretarlas que a la buenas. Tienen permiso extra para la intensidad, la gente siempre las recuerda, pero cada una presenta un tono cierto, matices precisos y hay que lograr transmitirlos. Muchas veces son oscuras pero copadas, buscan reivindicación y el público se ampara en sus cualidades para divertirse.
-En este momento estás componiendo en tele y teatro a dos mujeres con cierta oscuridad, ¿cómo te llevás con esas sombras?
-Me animo a bucear en mí e intento serme fiel. Vivo el día a día tratando de pasar de largo de los condicionamientos sociales o religiosos, por eso me encanta el planteo de "Tres", hay muchas formas de amar y de vivir la maternidad o paternidad, pero se necesita de un otro. ¿Quién puede decir cuál es el modo más indicado para vivir el amor o la crianza?
-Te vimos en cine haciendo películas de terror como "Necrofobia" y "Expediente Santiso". ¿Qué te atrae del terror?
-La posibilidad de jugar, me interesa el terror de calidad, especialmente si es fantástico como en "Necrofobia", donde me moví entre el registro onírico y la realidad. Aparte podés vivir situaciones delirantes como ver a tu compañero lleno de salsa de tomate, en fin... lo lúdico en estado puro. Creo que el cine argentino desde hace años vive un gran momento creativo y está bueno ser parte.