Luego de cuatro años de ausencia en los medios, Viviana Canosa regresó a la televisión en 2019. Con un cambio es su perfil profesional, inclinada al periodismo político, estuvo al frente de "Nada Personal", programa que se transmite por la pantalla de Canal 9 y que continuará en el próximo año.
Durante todo el tiempo que pasó fuera de la vorágine mediática, la ex colorada debió enfrentar uno de los momentos más duros de su vida, y que hasta hoy era desconocido.
"Tuve cáncer hace tres años. Me encontraron un carcinoma in situ en una lola. Esto no lo conté nunca", comentó en diálogo con Infobae. "Lo tomé con naturalidad total. Me fui a hacer una mamografía, la mujer que me hizo la ecografía me dijo: 'Noto algo raro. Me preocupa'. No dije nada en mi casa, a nadie. Me pedí un turno, me fui a hacer otra mamografía. Me hicieron la ecografía, la mamografía, y me lo encontraron. No dije nada. Me pincharon para ver la gravedad que tenía; era muy grave", sostuvo
La conductora reveló que su mayor miedo fue el dejar sola a su hija. "Tenía miedo de morirme por Martina, porque dije: 'Tiene 3 años, Dios mío'. Pero pensé: 'Es una prueba más de la vida'. Y nada, me operé. El día que vi los resultados y el médico me dijo: 'Esto es muy preocupante, no hay nada tomado, pero hay algo que hay que sacar cuanto antes', Dije: 'Dame un turno ya'. Me fui al Mater Dei y me operé".
Pese a la gravedad del asunto, Viviana decidió transitar su dolor en soledad. "Se están enterando todos. Solo lo supieron mi marido, mi mamá, mi papá. Muy valiente me fui a operar, diciendo: 'Bueno, ya está, Dios me pone una prueba la voy a superar'. Me lo saqué, no había nada tomado, la lola me quedó perfecta. Después fue muy genial porque volví a mi casa toda vendada, no lo supo nadie, ni la gente que trabajaba en mi casa. A Martina le dije que estaba muy contracturada y que me dolía mucho todo el cuerpo, que iba a estar en cama unos días. Así pasé mi post operatorio. Lo superé, como superé tantas cosas en mi vida", agregó.
"Lloré mucho porque tenía miedo de Martina. '¿Quién me la va a cuidar? ¿Quién le va a enseñar? ¿Quién la va a educar? ¿Quién la va a llevar por el mejor camino?'. Pero lo viví con naturalidad. Para mí la vida y la muerte están unidas, y si me muriera mañana tampoco me preocuparía. Eso lo aprendí con mi camino espiritual. Lo viví con naturalidad, era delicado. Si le pasa a todo el mundo, yo no soy una extraterrestre. Y me fui a operar. Una mañana que era un diluvio me fui de casa dejándola a Martina con la niñera, mamá y papá; en casa no lo sabían. Entré al quirófano, aparecí en una cama recién operada. Me llevaron a mi casa. No soy víctima de nada. Entendí que en la vida no hay que ser víctima de nada. Lo superé, y acá estoy", comentó sobre el delicado momento.
Afortunadamente, "todo quedó impecable" por lo que no debió someterse ni a quimioterapia ni a rayos. Hoy en día continúa con controles pero "todo con mucha naturalidad".