Vitivinicultura: superar el momento difícil

La vitivinicultura atraviesa una etapa difícil, pero la industria ha demostrado, especialmente en las últimas décadas, cómo trabajando en conjunto, dejando de lado diferencias personales o sectoriales, se superan situaciones como las actuales.

Vitivinicultura: superar el momento difícil

Las noticias de las últimas semanas no han sido buenas para la vitivinicultura. Por un lado, se conoció que, por distintas circunstancias, 83 bodegas dejaron de elaborar vino en los últimos seis años mientras, por el otro, se supo que la actual cosecha es la menor en los últimos 50 años.

Todo ello inmerso en una situación económica difícil, que anticipa una caída en el consumo del mercado interno y una recuperación más lenta que lo previsto en la reubicación del posicionamiento que se había obtenido en los mercados externos, caídos a partir de 2010 como consecuencia de erróneas políticas económicas implementadas a nivel nacional que incidieron más que negativamente en los mercados internacionales.

Para conocer la realidad sobre la cual está parada la industria, convendría considerar individualmente cada una de las situaciones. En lo relacionado con el cierre de bodegas en los últimos seis años, podría señalarse, tal como dijo un dirigente gremial empresario, que se ha producido la incorporación de gente ajena a la industria que decidió invertir pero, al comprobar que el retorno por ingresos era demasiado lento, dejó la actividad.

Pero también se da el caso de muchas bodegas chicas que no contaron con espalda financiera como para invertir en tecnología, no pudieron acceder a créditos y quedaron fuera del sistema. Sea cual fuere el motivo, lo cierto es que tuvo un costo social muy profundo ya que si tomáramos como base unos 10 trabajadores por bodega, casi un millar de familias sufrieron las consecuencias.

Si consideramos la cosecha, la misma, según se indicó, es la menor de los últimos cincuenta años, aunque habría que advertir que en el caso de Mendoza en particular, algunos productores consideran que las pérdidas por la helada del 4 de noviembre de 1992 fueron superiores a la actual. De todos modos, si bien la escasa cantidad de uvas sirvió para revalorizar los precios a los pocos productores que pudieron cosechar, no es menos cierto que hubo factores que pudieron reducir las pérdidas.

No nos estamos refiriendo a los climáticos derivados del fenómeno de El Niño sino a la polilla de la vid. Se ha hecho muy poco para hacer frente a la plaga, más allá de la tarea que realiza el Iscamen que, para combatirla, lleva un tiempo prudencial o de las decisiones de encapsular el problema con la prohibición del traslado de uvas. Pero lo cierto es que, advertido de la situación, el Gobierno nacional prometió 300 millones de pesos para combatirla y hasta el momento sólo han llegado 60.

Respecto de los mercados, la situación difiere de las expectativas. Los hechos determinan que se ha producido una caída del 8% en el consumo interno y que todavía no se ha logrado la recuperación que se estimaba en el internacional. Las expectativas muestran un panorama distinto, porque si se frena la inflación y se recupera en parte el poder adquisitivo de la población en el segundo semestre, como se ha anunciado, es muy factible que el consumo vuelva a lo valores de, por lo menos, el año pasado.

Sobre las exportaciones, el aumento del costo del transporte como consecuencia del incremento de los combustibles, absorbió en parte lo “ganado” con la revalorización del dólar y la derogación de las retenciones. De todos modos, se estima que la situación se va a ir modificando poco a poco y se revertirá la caída de las exportaciones.

A lo largo de las últimas tres décadas, la industria ha demostrado cómo superar los momentos difíciles pero lo logró a través de un trabajo conjunto, superando las diferencias personales o sectoriales. Es necesario recuperar aquella tendencia que llevó a la industria a ubicarse en los primeros lugares en la consideración internacional.

Tenemos algo para ofrecerte

Con tu suscripción navegás sin límites, accedés a contenidos exclusivos y mucho más. ¡También podés sumar Los Andes Pass para ahorrar en cientos de comercios!

VER PROMOS DE SUSCRIPCIÓN

COMPARTIR NOTA