La vitivinicultura y la política económica nacional

Frente a una nueva vendimia, la industria vitivinícola local reconoce problemas importantes y muy difíciles de superar porque tienen mucha más relación con políticas del gobierno nacional que con cuestiones específicas del sector o la provincia.

La vitivinicultura y la política económica nacional

Iniciada la vendimia, aparece, como siempre, la discusión sobre el precio de la uva. O, más bien, de los precios de las uvas, en plural, ya que hay muchas variedades que combinadas con otras variables como zona, rendimientos o cuidados, se traducen en infinidad de precios. Los precios promedio que se conocen esconden, a veces, enormes dispersiones. Los datos globales como pronóstico de cosecha, stock de vinos y mostos, son útiles, pero a la hora de vender siempre hay un caso singular, un productor y una bodega.

Pero estas consideraciones no pueden ocultar la preocupación de fondo. La existencia de indicios serios de que los precios serían en general los mismos, en valores nominales que los del año pasado, que a su vez fueron los mismos del 2011. No hace falta hacer demasiados números para comprender que la situación es muy delicada. La inflación acumulada, y por tanto el aumento de los costos de producción, en estos tres últimos años no es inferior al 70%. Si bien el punto de partida, los precios de la cosecha 2010, fueron relativamente altos o muy altos en algunos casos, es imposible pensar que la vitivinicultura haya tenido ganancias de productividad que permitan absorber los aumentos de costos. La consecuencia es obvia: seguramente de producirse la situación de precios que se insinúa, una parte importante de la viticultura tendrá pérdidas que pueden implicar serios problemas para la economía en general.

Ahora bien, cuando se producen estas situaciones los viñateros culpan a los bodegueros, piden la intervención del gobierno de la provincia y éste se preocupa de que no haya actos desagradables en los festejos vendimiales. Pero hoy el problema está en otro lado, es la consecuencia previsible de la política económica del gobierno nacional. Es por ello que ni los protagonistas de la industria, ni los gobiernos locales puedan hacer algo que cambie drásticamente este presente inquietante. En la política inflacionaria, el constante aumento de los costos imposibles de trasladar a los precios sin afectar las ventas y en el grosero atraso del tipo de cambio reside el problema de la vitivinicultura, al igual que otras economías regionales, como las frutas.

En este contexto la evolución de los precios en el mercado interno ha estado lejos de los niveles reales de la inflación y es de sobra conocida la situación de las exportaciones de vinos. Se ha perdido el segmento de mercado de vino embotellado de precio más bajos, donde estaba el volumen y, si bien es cierto que se ha producido un importante incremento de las exportaciones de vino a granel, el precio promedio para año pasado ha sido de 85 centavos de dólar el litro. Fácil es hacer las cuentas de cuánto se puede pagar por las uvas para elaborar esos vinos.

Distinta aparece la situación de la industria del mosto, con buen mercado externo y precios relativamente altos. Por lo tanto es posible que este año las uvas que se destinen a elaborar mosto tengan, en términos relativos, una mejor situación que las destinadas a vinos. Siempre es conveniente recordar que las uvas son insumo para elaborar otro producto, vino o jugo concentrado de uvas; en consecuencia es el precio interno o internacional (y el tipo cambio) de producto final el que determina el del insumo.

Finalmente hay otro factor muy negativo de la política económica que afecta esta Vendimia y es la total incertidumbre en se desenvuelve la economía. Se ha concretado un acuerdo de congelamiento de precios por 60 días que nadie conoce y nadie sabe que medidas se tomarán luego. La economía argentina hace rato que funciona a ciegas y a golpes de puño sobre la mesa; es difícil que así puedan funcionar razonablemente los mercados.

Tenemos algo para ofrecerte

Con tu suscripción navegás sin límites, accedés a contenidos exclusivos y mucho más. ¡También podés sumar Los Andes Pass para ahorrar en cientos de comercios!

VER PROMOS DE SUSCRIPCIÓN

COMPARTIR NOTA