En un clima de buena onda y armonía, comenzó la convivencia de las 17 soberanas departamentales que buscan convertirse en Reina Nacional de la Vendimia 2016. Sin perder el tiempo, luego de una sesión de belleza para sus manos, ayer mismo comenzaron con los talleres que conforman la capacitación.
Risas, nerviosismo y ansiedad fueron parte de los primeros momentos que compartieron las reinas al llegar al hotel Alcor, donde estarán alojadas 10 días.
Al contingente de las chicas se sumó la presencia de las coordinadoras de cada comuna, familiares, fotógrafos, camarógrafos, periodistas, personal de seguridad y autoridades de la provincia.
Muchas de las soberanas se veían cara a cara por primera vez. Mariquena Rizzato, representante de San Carlos, reconoció estar “ansiosa” y comentó que “quería conocer a las chicas, porque sentía intriga ya que a muchas sólo las había visto en fotos”.
La bella rubia llegó luciendo un enterito color salmón. La mayoría de las reinas eligió vestidos cortos, con excepción de ella y la representante de Tupungato, Marianela Maggini, quien lució un vestido largo.
Otro detalle a tener en cuenta es que muchas optaron por ese color para llegar al hotel. Y todas usaron calzado con plataforma, como marca la moda. Claro está, llevaban puestas las bandas que las identificaban.
Entre nota y nota, las jóvenes aprovecharon para charlar entre sí y poder saber más de cada una. Así, Luciana Goyeneche, soberana de Las Heras, observaba atenta todo lo que ocurría. Con una enorme sonrisa en su rostro, indicó sentirse “feliz, muy ansiosa y expectante”, al tiempo que agregó estar “predispuesta a vivir todo lo que se viene y a aprender”.
Grande fue la sorpresa de Delbio Salle (73) y Silvina Molina (63), su esposa, al descubrir que el hotel que ellos habían elegido era el mismo que hospedaría a las soberanas departamentales.
“Es la primera vez que venimos a Mendoza. Me enteré que las reinas estaban acá ahora, cuando bajé”, reconoció visiblemente sorprendido.
Mientras tanto, Silvina aprovechaba para fotografiar con su teléfono a las candidatas. Con una sonrisa enorme en su rostro, la mujer, oriunda de Luján, provincia de Buenos Aires, precisó que decidieron viajar a Mendoza “para estar en la Fiesta de la Vendimia, porque todos nos decían que teníamos que venir”.
Es importante destacar que en esta edición, desde Cultura decidieron acortar la estadía de las jóvenes, que antes comenzaba dos lunes antes del Acto Central, por lo que duraba 13 días.
Acompañadas
Por supuesto, junto a ellas estaban Rocío Tonini Valdivia y Camila Morales, Reina y Virreina Nacional de la Vendimia 2015, respectivamente.
Según manifestó Camila, la posibilidad de revivir la convivencia en el hotel “se vive con un poquito de nostalgia” y aprovechó una vez más para agradecerle “al pueblo de El Chilcal” por permitirle vivir “todo esto”. Cabe aclarar que la hermosa morocha representó a ese distrito en Lavalle.
Parada junto a ella, Rocío indicó con lágrimas al borde de los ojos sentirse “súper sensible, tratando de acompañar a las chicas, que es ahora lo más importante”.
La coordinadora general, Alejandra Gamboa, recibía a la gente en el ingreso del hotel. “Estoy sumamente emocionada. Es muy gratificante recibir a las chicas y a las coordinadoras”, expresó. Es que volvía al hotel tras 5 años de estar alejada de esa función.
En cuanto a las coordinadoras de cada departamento, las mujeres observaban todo sentadas o paradas alrededor de las mesas.
También se acercó al hotel, en el que se hospedan las aspirantes vendimiales desde hace años, Diego Gareca, secretario de Cultura de la Provincia. El funcionario les dio la bienvenida y charló con ellas.
Mientras todo esto transcurría, desde los vehículos oficiales bajaban vestidos, zapatos y valijas con todo lo que necesitarán las soberanas durante la convivencia.
Sin serenata
A diferencia de años anteriores, en esta ocasión no se preparó una serenata ni hubo un escenario para que las reinas salieran a la puerta del hotel, en calle General Paz, a saludar a la gente. Las jóvenes fueron recibidas por el equipo de Cultura y luego subieron al quinto piso para que les hicieran un esmaltado semipermanente.
No obstante, sus familiares y amigos se mezclaron entre los curiosos que aguardaban en la puerta para poder observarlas, aunque fuera a través de la ventana.
Andrea (42), la mamá de Celeste López (Reina de Godoy Cruz), aguardaba en la vereda junto al resto de la familia. La mujer manifestó sentirse “muy emocionada y con nervios”, pero contenta debido a que “es una linda experiencia para ella”.
Respecto a su hija, indicó que los ha “sorprendido a todos” con su tranquilidad frente a todo lo que está viviendo. “Se levantó como todas las mañanas”, precisó.
Junto a la familia de la godoicrucena estaban los amigos de Melanie Carrillo, la Reina de San Rafael. Uno de ellos, Maximiliano Escoriza (22), comentó que ha viajado desde Buenos Aires, donde vive, a San Rafael, para peinarla. “Y anoche llegamos a Mendoza, pero todavía no la hemos podido ver”, detalló.
Además, adelantó que, a su entender, a la reina sureña “le va a costar adaptarse porque es muy sencilla”.
Quienes también dijeron presente fueron los familiares de Rocío, la soberana nacional. Su mamá, Mariela Valdivia, observaba todo desde un rincón de la recepción del hotel, junto a las tías y la abuela de la Reina.
Todas coincidieron en la importancia de acompañar a la joven en este tramo final. Además, indicaron entre risas que en que en esta ocasión viven todo “más tranquilas”, sin la presión del año anterior respecto a la competencia.
Luego del almuerzo, las candidatas comenzaron con los talleres que forman parte de la capacitación que les brinda la provincia. El primero, fue a las tres de la tarde y se basó en Historia de la Vendimia y la Vitivinicultura de Mendoza. El segundo fue sobre Relación con los Medios de Comunicación.
