A la espera de los anuncios que puedan llegar en los próximos días, tanto de medidas económicas en general como específicas para la vitivinicultura, desde las entidades que representan a las grandes bodegas exportadoras se muestran optimistas con que la nueva gestión nacional entienda el aporte que el sector puede hacer si las condiciones para la exportación son óptimas. En tanto, los productores y pequeños bodegueros resaltan que su situación es preocupante, el precio del vino muy bajo y aguardan acciones provinciales que les permitan afrontar la próxima cosecha.
Patricia Ortiz, presidente de Bodegas de Argentina, comentó que la semana pasada tuvieron una reunión con Matías Kulfas, quien es uno de los que podría ser elegido por Alberto Fernández para conducir Economía, a pedido de la entidad. En el encuentro, detalló, el economista se mostró interesado en la problemática de la vitivinicultura y comparte la idea de que es necesario apoyar a las economías regionales y que la exportación es la salida.
Ortiz señaló que realmente estaba en sintonía con lo que hay que hacer, como si estuvieran hablando un mismo idioma, y que hubo un claro entendimiento de los problemas, como que se necesitan más fondos para la promoción y el financiamiento de la exportación, que se deben bajar los impuestos, que el dólar se tiene que mantener estable y competitivo, y que es fundamental que la macro acompañe. Además, resaltó que el mismo Kulfas sugirió tener una próxima reunión en un par de semanas para ir delineando acciones.
A nivel provincial, en tanto, la titular de Bodegas de Argentina manifestó que va a haber continuidad y que el vicegobernador electo, Mario Abed, proviene del sector, por lo que entiende la problemática y es importante contar con un interlocutor que lo haga. Asimismo, planteó que están esperando tener una reunión en los próximos días.
Si bien reconoció que la vitivinicultura enfrenta un problema importante, se mostró optimista de poder trabajar en conjunto con las gestiones provincial y nacional para encontrar una solución entre todos.
José Zuccardi, presidente de la Unión Vitivinícola Argentina (UVA), se mostró positivo de que el nuevo gobierno nacional comprenda que la solución para el país es traer dólares genuinos, producto de las exportación de productos y servicios, y que para ello se necesita priorizar el crecimiento de las exportaciones. Y que la vitivinicultura puede aportar en este sentido porque tiene potencial para seguir creciendo en el mercado externo si hay un tipo de cambio competitivo y se eliminan las retenciones al vino.
Zuccardi indicó que no sólo hay potencial de crecimiento en las exportaciones de vino, sino también de mosto y pasas de uva. Además, resaltó la importancia de que se destine un presupuesto nacional a la promoción del vino en el exterior, como hacen los grandes países exportadores.
Ya sobre el panorama provincial, consideró que es muy pronto para plantear herramientas porque todavía no se tiene una estimación de cosecha, pero que el fondo anticíclico es una herramienta del gobierno para apuntalar los equilibrios y la vitivinicultura "ha hecho sus deberes". En este sentido, resaltó que, en un año en el que casi todos los productos de consumo masivo disminuyeron sus ventas, el vino logró un crecimiento de alrededor del 2% en el mercado interno. Y si bien reconoció que esto estuvo ligado a una caída de los precios, indicó que se venía de un 2016 y 2017 con cosechas muy bajas, que impactaron en los costos y en el precio.
Raúl Montané, presidente de la Específica de Bodegueros de la Cámara de Comercio, Industria y Agropecuaria de San Rafael, planteó que la vitivinicultura atraviesa una crisis estructural de hace mucho años y que tuvo un alivio en 2015 porque no hubo buena cosecha (aunque los "grandes" importaron vino). Los productores, añadió, están en una situación en la que no les conviene trabajar las fincas y, de hecho, algunos ni las han podado. Además, el precio con el que Fecovita compró vinos para exportar muestra que no se van a modificar los valores, lo que calificó de un "panorama negro".
En cuanto al operativo del gobierno provincial, de compra de vino tinto genérico a $ 11, si bien consideró que podría haber ofrecido una solución, con el apretado contexto para productores y bodegueros, muy pocos lograron cumplir con el requisito de tener los impuestos al día. Se podría haber optado, opinó, por descontar una parte para facilitar la regularización de deudas.
De todos modos, planteó que por un buen malbec se está ofreciendo $ 12, cuando un paquete de cigarrillos cuesta $ 100, por lo que son necesarios 8,3 litros de vino para comprar un paquete. "Es una vergüenza. Y estamos hablando del vino más caro. Un panorama peor que este ya sería el tiro de gracia", lanzó. Además, indicó que por llenar un botella cobran $ 25, es decir más del doble que el valor de su contenido, por lo que se están vendiendo insumos.
Mauro Sosa, gerente del Centro de Viñateros y Bodegueros del Este, manifestó que esperan que haya financiamiento provincial para levantar la cosecha o algún tipo de intervención, y agregó que espera que los anuncios se realicen antes de fin de año para poder tener claras las variables y tomar buenas decisiones frente a un mercado complicado, en el que algunas empresas ya han salido a ofrecer precios bajos.
Sobre el fondo de 400 millones para cosecha y acarreo, indicó que resta ver cómo se implementa, si se destina a los operativos habituales o se diseña algún otro esquema, que permita que el productor no se endeuda y pueda levantar su producción.
Si bien señaló que el gobierno nacional no ha adelantado demasiado sobre el plan económico, Sosa planteó la necesidad de que se logre algún tipo de estabilidad y que se atenúe la inflación, ya que atenta contra cualquier tipo de previsibilidad y contra el consumo del vino, porque impacta en el poder adquisitivo de la gente. También manifestó que espera que tome alguna postura con respecto a la Coviar, en cuyo seno ha habido una fuerte disidencia.
Nicolás Vicchi, subgerente de la Asociación de Cooperativas Vitivinícolas Argentinas, planteó que la situación del productor es compleja, porque el excedente de vino presiona en el mercado y hace que los precios que se pagan no alcancen a cubrir los costos de producción. Por otra parte, de cara a la nueva cosecha, indicó que ha habido un importante aumento de costos y resta analizar cómo impactará la suba de los combustibles en el valor de cosecha y acarreo, además de cuál será el monto a pagar por cada ficha, según la zona y variedad.
Vicchi también señaló que espera que haya líneas de financiamiento -provinciales y nacionales- con tasas razonables, acordes a la situación del productor, y facilidades desde el punto de vista del acceso, ya que muchas veces la burocracia es un obstáculo.
Asimismo, manifestó que es necesario que el próximo presidente del INV difunda un pronóstico acertado, técnico y no político, para poder anticipar decisiones.