Vitivinicultura: en un año desaparecieron mil hectáreas de rosadas

Según el INV la superficie con uvas baja calidad enológica se restringe. Sin embargo, crecen las tintas. Malbec, ancelotta y aspirant, las que lideran.

Vitivinicultura: en un año desaparecieron mil hectáreas de rosadas

Aún cuando se reclama un proceso más pronunciado de recambio de parque varietal, lo cierto, es que según datos del INV, en 16 años las variedades rosadas en todo el país han sufrido un retroceso en su superficie. Es que ha fuerza de falta de demanda y varios años de malos precios la cantidad de hectáreas con uva de baja calidad enológica se ha reducido significativamente.

Las variedades moscatel rosado, cereza y criolla grande, tienen una presencia importante dentro de la superficie total cultivada en el país, alcanzando en el año 2016 las 51.008 hectáreas,lo cual representa 23% del total.  

Sin embargo, la preponderancia de estas variedades ha ido en caída, es que estas  tres variedades han disminuido superficie en 15.955 hectáreas en el período 2000-2016. Criolla grande y moscatel rosado disminuyeron un 37% y 39% respectivamente, mientras que la Cereza disminuyó un 9%.

El reporte elaborado desde el organismo oficial, indica que la superficie de vid implantada en nuestro país ha aumentado 11% respecto al año 2000, registrándose en el año 2016 un total de 223.944 hectáreas.

Si bien, en los registros de superficie de todo el país figuran 158 variedades, en la actualidad, 34 variedades concentran el 96% de la superficie total 2016.

A nivel país, en el grupo de 34 variedades más cultivadas, 28 son aptas para elaboración de vinos y/o mostos, 3 para pasas y 3 para consumo en fresco. Dentro de las 28 variedades con aptitud para elaboración hay 13 variedades tintas, 12 blancas y 3 rosadas.

La variedad cuya superficie ha crecido más en el país es malbec, que actualmente alcanza las 40.401 hectáreas, de las cuales 24.054 hectáreas se plantaron en el período 2000-2016. Le siguen, aunque con gran diferencia cuantitativa, syrah con un incremento de superficie de 4.846 hectáreas, bonarda con 4.083 hectáreas y aspirant bouschet con 3.863 hectáreas. Luego de estas 4 variedades tintas aparece la variedad Flame Seedless, con aptitud para consumo en fresco, la cual ha incrementado 3.850 hectáreas en el período analizado.

Claudia Quini, responsable del área de Estadísticas del INV y ex presidente de la OIV, indicó a Los Andes que “la participación de las variedades rosadas ha disminuido en todo el país mientras que las uvas de alta calidad enológica se encuentran en mayor proporción. Si bien no ha sido análisis de este estudio, como una aproximación personal, creo que el precio ha sido una variable para que esto suceda”.

Aspirant y ancelotta reinan

Ni malbec ni cabernet franc, en términos relativos las variedades de con destinos vínicolas que más han crecido en los últimos 16 años fueron Ancelotta y Aspirant Bouschet.

Cabe recordar que al menos en los últimos cuatro años estas variedades han tenido precios sostenidos, por lo que su implantación ha sido una constante entre los productores de toda la provincia. De hecho, este año varios viveros agotaron rápidamente su stock de ancelotta y aspirant.

A saber la superficie con aspirant pasó de 222 hectáreas en el 2000 a 3.200 hectáreas en 2016. Mientras que la que tiene ancelotta pasó de 2 hectáreas a 806 hectáreas en Mendoza.

Caen las rosadas

Mendoza ocupa el primer lugar del país en cuanto a superficie cultivada de vid. Tiene un superficie de 158.585 hectáreas lo cual representa el 71% del total de vid del país.

Las dos caras de la mismas moneda. Si bien la mirada de largo plazo, entre 2000 y 2016 Mendoza ha aumentado 12% su superficie cultivada, principalmente de variedades aptas para elaboración de vinos, de las 17.504 hectáreas de aumento de superficie total, 16.895 hectáreas corresponden a variedades aptas para elaboración, lo cierto es que en último año esa tendencia se redujo.

Datos del INV, indican que en el último año la provincia de Mendoza ha disminuido su superficie de vid en 1.064 hectáreas- Teniendo en cuenta las variedades que modificaron superficie en un valor mayor o menor a 1 hectáreas, “se observa que hay 59 variedades que han disminuido superficie por un total de 2.066 hectáreas mientras que 23 variedades aumentaron superficie por un total de 1.002 hectáreas”.

En este sentido, el reporte del organismo las variedades que disminuyeron en mayor cantidad en el último año son las 3 variedades rosadas de baja calidad enológica: cereza (-257 ha), criolla grande (-363 ha) y moscatel rosado (-227 ha) con una disminución total de 846 ha respecto al año 2015. Otras variedades que disminuyeron superficie sustancialmente son: merlot (-177 ha), Pedro Giménez (-161 ha), cabernet sauvignon (-157 ha) y tempranillo (-117 ha).

Carlos Iannizzotto, presidente de Coninagro explicó esta caída en base a los malos precios que ha recibido el productor por el vino.

“Hoy se han recuperado los precios y observamos que el productor está realizando las labores culturales que corresponden: poda y coloca los fertilizantes correspondientes, sin embargo, viene de varios años malos y con precios planchados”.

Para Sebastián Lafalla, de la Asociación de Productores de Mendoza, la caída de la superficie implantada responde al problema de precios que ha sufrido el productor.

“La falta de rentabilidad s algo que llevado al productor a abandonar viñedos. En mi caso personal llevo en diez años arrancadas 20 hectáreas de viñedos y he plantado nogales, lo comento a modo de ejemplo. El tema es que hay gente ha ido abandonando y saliendo del mercado, por que los números no dan”, comentó Lafalla.

El caso de San Juan

San Juan es la segunda provincia del país en cuanto a superficie cultivada. Tiene un superficie de 47.533 ha (2016), lo cual representa el 21% del total nacional. La matriz vitícola de la provincia de San Juan se encuentra diversificada en cuanto a la aptitud de las variedades cultivadas.

El 71% de la superficie de uvas de la provincia tiene aptitud para elaboración de vinos y/o mostos, el 22% tiene aptitud para consumo en fresco y el 7% aptitud para pasas.

El cambio varietal que se ha producido en la provincia de San Juan en cuanto a aptitud de la uva implantada indica que ha disminuido la superficie cultivada de vides aptas para elaboración de vinos y/o mostos y han aumentado las variedades aptas para consumo y pasas. En el año 2000 las variedades aptas para elaboración representaban el 79% del total, en el año 2016 representan el 71%.

Si bien la superficie total de uva cultivada en San Juan ha aumentado 2.249 ha, se registra una disminución de 1.860 ha en variedades aptas para elaboración y un aumento de 4.161 ha de uvas aptas para consumo o pasas.

La superficie cultivada de uva apta para elaboración disminuyó 5% desde el año 2000, las variedades aptas para consumo y las destinadas a pasas aumentaron 44% y 45% respectivamente.

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