El automovilismo argentino está lleno de historias con pilotos que hacen el esfuerzo de realizar carreras universitarias o realizan otras actividades a la par de su actividad sobre un auto de competición. Uno de ellos es el mendocino Jorge Vitar, quien en la actualidad compite en el TC2000 y a su realiza trabajos de beneficencia en la fundación JUCUM.
Vitar comenzó su historia dentro del automovilismo a los siete años en Mendoza arriba de un Karting. Allí corrió hasta 2014 a nivel nacional y local. Luego participó en tres campeonatos mundiales de esa especialidad, un panamericano, un sudamericano y actualmente compite en el TC2000 dentro del equipo Pro Racing con un Chevrolet Cruze.
En primer término, el mendocino manifestó cuál es el trabajo de la fundación JUCUM: “En realidad no está constituida la fundación, yo hago mi trabajo personal y cuando necesito los trabajos en conjunto, trabajo con la fundación JUCUM que es juventud por una misión. Es un grupo de trabajo que lo que hacen es ayudar a todas las personas que quedan en la calle”.
Además Vitar, quien está séptimo en el campeonato del TC2000, comentó cuál es su trabajo día a día: “Yo lo que hago es todos los años, voy a la parte de oncología del Hospital Humberto Notti. Voy todos los años con Sebastián Torrico, actual arquero de San Lorenzo, que hacemos todos los trabajos en conjunto y hago eventos sociales deportivos para todos los chicos”.
También es el padrino del comedor Emanuel donde colabora con los chicos que lo integran: “Hoy en día estoy trabajando con el comedor y taller de manualidades Emanuel, el cual estoy colaborando como padrino del comedor”.
Y agregó: “Para los chicos fue un evento nuevo, es algo que no conocían y les mostrás un panorama nuevo con un montón de cosas que se van encontrando en la vida. Ahora se encontraron con un deporte que me apasiona a mí que es el automovilismo.
Vitar también explicó cuál es el vínculo con la beneficencia y cuál es su fin: “Esto lo hago porque lo relaciono con el deporte. A mí el deporte me ha dado todo en mi vida y creo que también es la mejor manera para salir adelante con cualquier aspecto de la vida. Yo quiero transmitir lo que a mí me hizo el automovilismo”.
Por último, señaló cuáles son sus máximos objetivos deportivos y dentro de la obra de caridad: “Me encantaría poder terminar con un centro deportivo de alto rendimiento para chicos carenciados, que se base en un colegio educativo y deportivo con estadía permanente de lunes a lunes. Ese es mi gran anhelo con todo esto. En cuanto a lo deportivo me gustaría llegar a correr en el Súper TC2000. Es la categoría que hoy en día es la número uno del país”.
El caso de Vitar es el claro ejemplo de que ayudar nunca está de más y siempre se puede hacer algo por aquellas personas que necesitan.