Un turista abrió una caja fuerte que llevaba décadas cerrada en un museo de Canadá. Con un solo intento el hombre logró hacer lo que varios expertos no habían conseguido.
Ocurrió en el pequeño Museo Vermilion Heritage de Alberta, Canadá. Según informó el portal de noticias CNN, el museo había contratado a herreros, había llamado al fabricante e incluso se había comunicada con exempleados para tratar de desbloquear el objeto.
Después de tantos intentos fallidos optaron por desafiar a los asistentes del paseo, pero nadie había tenido éxito. Sin embargo, el mes pasado un visitante de Vermilion logró descifrar el código en el primer intento.
Stephen Mills estaba en un viaje de campamento familiar con su esposa, sus dos hijos y su suegro.
"El museo estaba cerrado el día que estuvimos allí, pero logramos localizar a uno de los voluntarios, Tom Kibblewhite, quien lo abrió y nos mostró los alrededores", contó.
Después de hacer un recorrido, el voluntario procedió a mostrarles los objetos en el sótano, incluida la misteriosa caja fuerte.
Según contó Kibblewhite, la caja le había pertenecido al hotel Brunswick de la ciudad. "Era como una cápsula del tiempo, nadie tenía idea de lo que había allí", dijo Mills.
"Miré el dial y vi que los números iban de 0 a 60. Así que pensé en mi cabeza 20-40-60. Hice una combinación particular que es tres a la derecha, dos a la izquierda y 1 a la derecha, probé ¡y se abrió!", contó.
“Me quedé completamente sorprendido. Retrocedí un poco y pensé: ‘¡Voy a comprar un boleto de lotería esta noche!'”, comentó.
No obstante, el contenido resultó un poco decepcionante. "Desafortunadamente no había lo que pensábamos", dijo Mills. "Algunos papeles, cheques viejos, una libreta de camarera y un recibo del hotel, eso es todo", concluyó.