En el importante proceso político de reinserción de nuestro país en el mundo, en los últimos días se han producido promisorias visitas de funcionarios y técnicos de países y organismos internacionales. Cabe mencionar la llegada de un grupo de técnicos del FMI, luego de diez años que Néstor Kirchner cortara toda relación con el demonizado organismo y, como “castigo”, le cancelara una deuda, no vencida, de 10.000 millones de dólares. A partir de entonces, el embaucador gobierno “nac&pop” nos hizo creer la mentira de que ya no éramos más parte de dicho organismo.
El FMI fue creado poco antes de la finalización de la Segunda Guerra a iniciativa de los países occidentales a fin de poner orden en la caótica situación financiera y económica provocada por el gravísimo conflicto armado. El ingreso al organismo, una especie de “club”, es voluntario; un país, si quiere, puede ser o no miembro, por cierto las consecuencias no son las mismas en uno u otro caso, de ahí que hoy casi 200 países sean miembros y la inmensa mayoría satisfaga las exigencias de su estatuto. Argentina ingresó en la segunda mitad de los ’50.
La conducción política del organismo está en manos de un grupo pequeño de las grandes potencias mundiales que lo crearon, que tratan de imponer un cierto orden en la compleja economía mundial.
La pertenencia al “club” da derecho a recibir asistencia financiera, esencialmente en situaciones de desequilibrios en el balance de pagos: los conocidos “stand by”, acuerdos que imponen severas exigencias en el manejo de la política económica interna. Esas exigencias, en general reglas ortodoxas en el manejo de las finanzas públicas y la moneda, provocan rechazo en los sectores nacionalistas y de izquierda, que en nuestro caso más de una vez dieran origen a graves disturbios callejeros.
La misión llegada a nuestro país tiene por finalidad el cumplimiento de una tarea rutinaria con los países socios, auditar sus cuentas y dar su opinión sobre las mismas. El FMI censuró a la Argentina a raíz de la intervención al Indec en 2007 y el consiguiente falseamiento de sus estadísticas.
Ahora el Fondo ha estado colaborando técnicamente en la reconstrucción de las estadísticas, en particular los índices de precios. El informe elaborado será elevado al Directorio y puede derivar en levantamiento de la censura. Esta decisión es muy importante porque los grandes inversores internacionales se guían rigurosamente por los informes y proyecciones del organismo.
En resumen, tener las cuentas auditadas implica una baja en el riesgo país para la inversión. Deberíamos recordar la elocuente expresión de un economista luego de las elecciones del año pasado: “Volver al Fondo para salir del fondo”. Es necesario aclarar que el Gobierno ha dicho que no hay intención de solicitar asistencia financiera al organismo.
La otra visita importante ha sido la del secretario del Tesoro de EEUU, la primera desde 2002. EEUU ha dado un fuerte respaldo al gobierno de Macri con la visita de Obama a nuestro país, en temas muy importantes como el arreglo con los holdouts y el levantamiento del veto a la asistencia financiera. Ahora ha sido relevante el respaldo al “blanqueo”, anunciando que EEUU firmará con Argentina un acuerdo especial de intercambio de información fiscal que incentivará la regularización fiscal de las inversiones de argentinos en EEUU. La excepcional importancia de este acuerdo radica en que EEUU no ha firmado el acuerdo propiciado por la OCDE que regirá a partir del próximo año.
Finalmente ha llegado una misión técnica del organismo citado para revisar las estadísticas del país en relación al pedido de ingreso pleno al mismo.