La visita del Papa Francisco a Brasil, en el marco de las 26 Jornadas Mundiales de la Juventud (JMJ), entre el 23 y 28 de julio en Río de Janeiro, costará 118 millones de reales (59 millones de dólares) a las arcas públicas, informó ayer el diario local O Globo.
De este total, 31 millones de dólares serán financiados por el gobierno federal. El gobierno del estado de Río de Janeiro y la municipalidad aportarán 14 millones de dólares cada uno.
Durante la estancia del Papa argentino en tierra brasileña, la seguridad será cubierta por 10.700 efectivos, 9.000 de los cuales de las fuerzas armadas y 1.700 tropas de elite de la Fuerza nacional.
En Guaratiba, en los suburbios al oeste de Río, donde tendrá lugar la vigilia previa a la gran misa de cierre, habrá 1.500 efectivos de la Fuerza nacional y 2.000 agentes privados de seguridad contratados por la Iglesia, señalaron los organizadores.
El gobierno brasileño calcula que la Iglesia debería obtener 140 millones de reales (70 millones de dólares) por concepto de tasa de inscripción de participantes, señaló O Globo.
El periódico precisa que El Vaticano enviará dos papamóviles cerrados para los desplazamientos del Pontífice.
Para su traslado de Río al santuario de Nuestra Señora Aparecida, en el estado de San Pablo, donde Francisco celebrará una misa, el gobierno brasileño movilizará un avión militar Hércules, operación que tendrá un costo de 500.000 dólares.
Se espera la llegada de 2 millones de jóvenes, la mayor parte de los países de la región, y se reclutaron 60.000 voluntarios para dirigirlos.
Las JMJ es el gran encuentro global de jóvenes con el Papa, que se celebra cada 3 años en un lugar del mundo.